17 junio 2021

Iniciar el Sendero



“Entre miles de mortales, tal vez uno sólo se esfuerza hacia la perfección y, entre esos que así se esfuerzan, tal vez uno sólo me conoce a mí como Yo Soy".
   Bhagavad Gītā.


En todos los tratados místicos, sobre todo en la filosofía oriental, se habla del recorrido de un camino o sendero por el individuo en su desarrollo espiritual interno. Dicha idea viene acompañada de otras expresiones tales como renunciación, discernimiento, acción correcta, "matar el deseo", perseverancia, sacrificio, autocontrol, devoción, etc. Si nos quedamos en el significado superficial de todo lo anterior, la pregunta que cualquiera puede hacerse será la de por qué ingresar en dicho sendero cuando requiere tanto esfuerzo, o por qué renunciar a los placeres de la vida o a la forma de vida misma que uno entiende que es la correcta.

"Tal vez te preguntes que como el Universo está evolucionando debe llegar un momento en que este proceso de evolución debe cesar y comience la involución; y que cuando esta última haya hecho su curso, todo estará en Nirvana. Entonces, ¿para qué sirve molestarse con el estudio del Ocultismo, etc. si podemos llegar de todas formas a ese estado? Pero existen dos razones por las que deberíamos. La primera consiste en que no sabemos cuándo comenzará el proceso de la involución, quizás millones y miles de millones de años puedan pasar hasta que todo esté en Nirvana, y quién puede saber a través de cuántas transformaciones tendremos que pasar, porque como dije antes, la Materia nunca está quieta sino que está siempre cambiando sus formas. Un Ocultista práctico alcanza ese estado en un tiempo comparativamente corto. La otra razón es: cuando todo esté en Nirvana no seré yo quien alcance el Nirvana. Y aquí debo puntualizar que creo que un hombre puede alcanzar el Nirvana solamente en esta vida y no en otra. Si no llego al Nirvana un tiempo después de morir, tú naturalmente preguntarás, ¿a dónde iré finalmente? Mi respuesta es que si no mantengo mi Individualidad [personalidad] la pierdo. Mi Ego permanece, pero mi Individualidad [personalidad] se pierde. Pierdo algo que en el momento actual me provee la conciencia de que soy Dāmodar, que existo como tal. Si mi Alma Espiritual o Ego es puro y bueno probablemente se eterice y alcance el estado de Nirvana pero no será la Individualidad [personalidad] de Dāmodar la que alcance ese estado. Por lo tanto debo mantener esa Individualidad [personalidad] hasta alcanzar el estado de Nirvana. Y cómo hacerlo nos lo enseña el Ocultismo". (1) y (2)

"Que Él [el "Verdadero Hombre", nuestro componente imperecedero: la tríada de Atman, Buddhi y Manas] ha fracasado en llevar a cabo -como puede haberlo hecho- el propósito inicial de auto-sacrificio, es debido a las ilusiones que pertenecen a la existencia senciente, en la cual Él ha sido involucrado en establecer causas que inevitablemente bajo el karma lo mantienen fluctuando entre el Nacimiento, la Muerte, Kama Loka y Devachan en series continuadas. La liberación del renacimiento de la cual el Gita habla, se obtiene estableciendo causas nacidas del entendimiento de la verdadera naturaleza y misión del Hombre, y acción sobre la base de ese entendimiento mientras que está en un cuerpo. Una vez que la cadena de causación inferior es rota por Él, es libre de elegir, y más aún, ha puesto en juego en todos los planos la suma total de su conocimiento. De ahí en adelante, Su campo es la totalidad de la Naturaleza, visible e invisible; Él entonces vivirá una existencia consciente en el Espíritu, no en la Materia, y puede, mientras que está ocupando cuerpos de duración temporal, mantener y usar Su auto-conciencia espiritual, conocimiento y poder sobre ese plano de existencia, sin detrimento u obstáculo. Tales son los resultados de la "liberación del renacimiento"; en lugar de pérdida como muchos imaginan, significa ganancia inmensurable; la meta es digna de todo esfuerzo". (3) 

Leemos en el Glosario Teosófico que el término sánscrito "samâdhâna" significa "Aquel estado en que el yoguî no puede ya desviarse del sendero del progreso espiritual", por lo tanto, para lograr dicho hito se ha tenido primero que dar el primer paso y progresar gradualmente en el sendero desde lo más bajo: "Hay un momento en que incluso un Buda deja de ser un mortal pecador y da su primer paso hacia la budeidad." (4)

El recorrer el sendero, o incluso el mero acercamiento para empezar a iniciarlo, quizás se trate de la tarea más difícil a la que podamos aspirar en este mundo; sin embargo, otras personas ya han transitado ese camino y nos han dejado advertencias, consejos e incluso completas guías para iniciar ese arduo viaje. De H.P.B. encontramos estas palabras de advertencia al respecto:

"Si un ser quiere seguir las huellas de los filósofos herméticos, debe prepararse, antes, para el martirio. Debe abandonar el orgullo personal y todos los propósitos egoístas, estando listo para encuentros interminables con amigos y enemigos. Debe separarse, de una vez por todas, de cualquier recuerdo de sus ideas anteriores acerca de todo y de todas las cosas. Las religiones, el conocimiento y la ciencia existentes deben volverse, para él, en un libro vacío, así como lo era en los días de su infancia; ya que, si quiere tener éxito, debe aprender un nuevo alfabeto en el seno de la Madre Naturaleza, cada letra del cual le proporcionará un nuevo nivel de percepción y toda sílaba y palabra le ofrecerá una revelación inesperada". (5)

A continuación se expone una serie de citas concernientes directa o indirectamente al progreso espiritual, que han sido extraídas de la obra "El Bhagavad Gītā, Apuntes sobre El Bhagavad Gītā" (6), donde encontramos, aparte de la obra milenaria según la edición que efectuó W. Q. Judge, los comentarios que él mismo fue publicando en "The Path" de los siete primeros capítulos, así como de los restantes por Robert Crosbie:


Continuamos el Sendero en cada nueva vida por donde lo dejamos en la anterior.

KRISHNA: “… El hombre, cuya devoción ha sido rota por la muerte, va a las regiones de los justos [devachán], en donde mora por una inmensidad de años y desde donde renace otra vez sobre la tierra en una familia pura y afortunada; o más aún, en una familia de aquéllos que están espiritualmente iluminados. Pero este renacer en esta vida, en tales condiciones, es muy difícil de obtener. Y habiendo así nacido de nuevo, él se pone, una vez más, en contacto con aquel conocimiento que ya le perteneció en el cuerpo anterior, y de ahí en adelante él lucha con una diligencia aún mayor hacia la perfección, Oh hijo de Kuru. Porque en razón de sus prácticas pasadas, y aún inadvertidamente, él es guiado y en tal condición labora (…).” 


Desaliento, duda, asimilación e impulso.

"Cada estudiante de Ocultismo, de Teosofía o de la verdadera religión, todas siendo una misma cosa, tendrá que pasar por las experiencias de Arjuna. Atraído por la belleza o por otra cualidad seductiva, para él, de este estudio, entra en su ejecución, pero pronto descubre que con ello despierta dos clases de fuerzas. Una de ellas consiste de todos sus amigos y parientes que no ven la vida como él la ve, quienes están comprometidos con el “orden establecido” y piensan que él es un tonto al dedicar su atención a cualquier otra cosa, mientras que la masa en general de sus conocidos y aquellos que encuentra en el mundo, instintivamente se alinean todos contra aquel que, al así comenzar una cruzada que empieza con sus propias faltas e insensateces, ha de terminar en una condenación de las de ellos, aunque si fuera sólo por la fuerza del ejemplo. Los otros adversarios son mucho más difíciles de enfrentar, porque ellos tienen su campo y su base de acción sobre el plano Astral y otros planos invisibles; éstas son todas sus tendencias y facultades inferiores, que hasta este momento han estado sólo al servicio de la vida material. Por la sola fuerza de gravedad moral, ellos vuelan hacia el otro lado, donde ayudan a sus amigos y parientes vivientes en la lucha de éstos contra él. Estas fuerzas del Astral tienen más eficiencia en producir desaliento que cualquier otra cosa. En el poema, se refiere a éstas en las palabras dirigidas por Arjuna a Kṛṣṇa: “Yo no puedo mantenerme en pie; porque mi entendimiento se halla como si me lo hubieran volcado y yo contemplo augurios desfavorables por todas partes”. 
...
"Es cierto que, un terrible sentimiento sobreviene en cada caso y más vale que estemos preparados para ello. No podemos vivir siempre del entusiasmo por los goces celestiales. El rosado halo de la naciente aurora no le da, de hecho, la vuelta al mundo entero; y más bien persigue a las tinieblas. Entonces, estemos preparados para ello, no sólo en el primer estado, sino a lo largo de todo nuestro sendero de progreso hasta el sitial Sagrado; porque viene con cada pausa; con cada leve pausa, cuando vamos a tomar un nuevo aliento, dar otro paso y entrar a otra nueva condición".
...
"Las primeras consecuencias del desaliento son las de hacernos sentir que la batalla que hemos invitado no debe llevarse a cabo y entonces nos sentimos casi abrumados con el deseo de rendirnos. Algunos se rinden tan sólo para empezar otra vez en una vida subsiguiente, mientras otros, como Arjuna, escuchan la voz de Kṛṣṇa y pelean intrépidamente hasta el final".
...
"Al llegar a la conclusión de este primer capítulo, alcanzamos el primer abismo. Este no es el gran abismo, aunque, según nuestra experiencia, parece ser lo máximo. Nosotros estamos ahora frente a frente con nuestra propia desesperación y con su compañera, la duda. Muchos estudiantes de Teosofía han llegado, ante nuestros ojos, a alcanzar este punto —todos los estudiantes verdaderos lo alcanzan. Como un niño que por primera vez se aventura lejos de la vigilancia de sus padres, nos asustamos de todo aquello que nos parece nuevo y, arrojando nuestras armas, intentamos huir; pero, en la búsqueda de la teosofía no es posible retroceder, porque el abismo está detrás de nosotros. 
Hay en la naturaleza una ley que opera en todo estado ya sea moral o físico y que puede ser llamada de la ondulación y de la inhibición; mientras otras veces reaparece como vibración y, todavía, en otros casos, como de atracción y repulsión, pero todos estos cambios son sólo aparentes porque, en el fondo, es la misma ley. Entre los vegetales, esta ley o fuerza hace que la sabia fluya hacia arriba en el árbol por un camino y no permite que regrese en la misma dirección. En nuestra circulación sanguínea, encontramos que la sangre es impulsada desde el corazón y la naturaleza ha provisto pequeñas válvulas que no permiten que esa sangre retorne al corazón por el mismo camino que vino, sino que siga el camino que se le ha provisto. La ciencia médica y anatómica no están seguras de qué es lo que causa que la sangre pase por estas válvulas; de si es la presión desde atrás comunicada por el corazón o si es la presión atmosférica externa que suavemente conduce la sangre en su camino. Pero el ocultista no se encuentra limitado por estas deducciones empíricas. Él va directo al punto y declara que el impulso es del corazón y que el órgano, a su vez, recibe su impulso del gran corazón astral o el Ākāśa, del cual han dicho todos los místicos que tiene un doble movimiento o una vibración alternada, la sístole y la diástole de la naturaleza. 
Por lo tanto, en este sentido, la válvula en la circulación representa el abismo detrás de nosotros que no podemos brincar de nuevo [volver a atravesar]. Estamos dentro de la gran circulación general y compelidos, así, nos guste o no, a obedecer su impulso hacia adelante. 
Este lugar de desaliento de Arjuna es también la misma cosa que es mencionada en la obra “Luz en el Sendero” como un silencio que le sigue a la tormenta. En los países tropicales este silencio es muy evidente. Después que la tormenta ha estallado y ha pasado, hay una quietud, cuando la tierra y los árboles parecen como que han cesado momentáneamente de crear sus familiares, múltiples sonidos. Ellos están obedeciendo la ley general y comenzando el proceso de asimilación
...
Nosotros entramos en este gran sendero de acción en el ocultismo mentalmente dispuestos hacia la victoria final. Esta actitud mental instantáneamente arroja todas las partes de nuestro ser en gran agitación, durante la cual las tendencias que son por naturaleza hostiles las unas a las otras, se separan y se alinean en lados opuestos. Esto crea una gran angustia y a menudo induce a la mente a vagar, añadiendo todavía más terror a nuestra sombría desesperación. Nosotros podemos entonces hundirnos y declarar que escaparemos a un bosque o a un monasterio, como se hacía una vez en Europa, de manera que podamos escapar de lo que parece ser terreno desfavorable para un conflicto. Pero hemos invocado una fuerza en la naturaleza y con ello establecido una corriente y una vibración que seguirá hacia adelante no importa lo que nosotros hagamos. Este es el significado del “vuelo de las flechas” que continúa después de que Arjuna se sentó en el asiento de su carroza".
...
"Mientras quede la duda no habrá paz, ni certeza, ni esperanza de encontrarla en este mundo o en las próximas vidas, ni tampoco en las grandes vastedades de otros universos en los que podríamos vivir en edades futuras; pues el que está inclinado a la duda hoy, también dudará entonces y así seguirá mientras la rueda gire por millones de años que están aún delante de nosotros. 
Si seguimos el consejo del gran Príncipe, nuestro próximo paso será asumir, en vista de los hechos patentes de la evolución, que existen ciertos grandes Seres que hace mucho tiempo deben haber hollado el mismo camino y que poseen, ahora, el conocimiento y el poder de impartir todo lo que nosotros seamos capaces de captar". 


Ningún esfuerzo se pierde.

"En el verso 40 Kṛṣṇa hace alusión a este sistema como siendo uno de iniciación: 

“En este sistema ninguna iniciación se pierde, ni tampoco hay malas consecuencias y aún una pequeña dosis de esta práctica nos salva de un gran peligro; los propios esfuerzos no son destruidos ni son nocivos”.

Aun cuando no se proclame en los periódicos ni sea propagado aquí y allí a través de grandes Secretarios, Delegados y “Puertas de entrada”, ésta es la madre y la cabeza de todos los sistemas de iniciación. Es la progenitora de los místicos Rosacruces, quienes adoptaron el loto cambiándolo por una rosa y todos los otros cientos de sociedades de iniciación oculta no pasan de ser tenues e incompletas copias de este real sistema; pero, al contrario de aquellas, este jamás se ha disuelto. Es secreto, porque, estando fundamentado en la naturaleza y teniendo sólo verdaderos Hierofantes a su cabeza, su privacidad no puede ser penetrada sin tener la clave verdadera. Y esa llave, en cada grado, es el aspirante mismo. Hasta que ese aspirante no se haya convertido, de hecho, en el signo y en la llave, no puede entrar al grado que está arriba de él. Entonces, en su totalidad y en cada grado, el sistema se auto-protege. Por lo tanto, incluyendo todo otro sistema, éste es el más difícil de todos; pero, en alguna ocasión, ya sea en esta vida o en una edad subsiguiente, tenemos por fuerza que entrar en esta Logia; el intento de entrar bien podría hacerse ya de una vez".
...
"Además, ninguno de nosotros y especialmente aquellos que han oído del Sendero o del Ocultismo o de los Maestros, puede decir confiadamente que no ha pasado ya a través de algunas iniciaciones con el conocimiento de ellas. Podríamos estar ya iniciados en algunos grados más altos que lo que sugieren nuestros actuales logros, y estamos pasando nuevas pruebas que nos son desconocidas. Es mejor que consideremos que sí lo estamos, pero siempre que nos aseguremos de eliminar todo orgullo de ese desconocido avance que pudiéramos haber cumplido. Habiendo llegado a esta conclusión, sabemos que esta larga vida es, en sí misma, otra iniciación, en la cual triunfamos o fracasamos a la medida en que aprendamos la lección de la vida. Algunos, sé yo, no se apresurarán a adoptar este punto de vista, porque desean que la Ley trabaje de la manera que ellos le señalen; quieren recibir una señal, una contraseña, un pergamino, o alguna prueba maravillosa, a las cuales ellos estarían dispuestos a someterse en algún momento o lugar determinados. Pero no es así como las cosas funcionan y todo estudiante verdadero lo sabe. Si todas las pequeñas circunstancias de la vida no son comprendidas, si ellas aún tienen el poder de encender la antorcha de la ira o atizar el fuego de la lujuria, ningún tiempo fijo o fecha o torneo de justa le serán ofrecidos por los Maestros de esta Logia. Estas fechas, ocasiones y pruebas mayores son dadas y tienen su sitio para ser superadas, pero ello pertenece a aquel día cuando uno haya levantado la arcada del logro perfecto, excepto la piedra angular; a la cual se le encuentra o se le pierde en la prueba señalada. 
Llegando hasta la puerta misma de esta Logia, está el Sendero del que hablaba recientemente y conduciendo hacia ese Sendero hay muchos caminos. Mejor que intentemos entrar al Sendero en esta encarnación que esperar por vidas subsiguientes
Hay mucho estímulo en las palabras de Kṛṣṇa a Arjuna en este segundo capítulo: “En este sistema los esfuerzos de uno no son destruidos ni son nocivos; aún una pequeña porción de este deber libra al hombre de gran temor”. Esto se refiere a la Ley del Karma. Todo punto de progreso ganado nunca se pierde realmente. Aun cuando nosotros muriéramos en un momento cuando nuestras vidas no estén inmaculadas, el verdadero nivel de nuestro desarrollo no sería rebajado, porque, al reasumir un cuerpo mortal en alguna vida futura sobre esta tierra, recogemos el hilo de continuidad exactamente donde lo habíamos dejado. En un capítulo posterior, Kṛṣṇa dice que nosotros: “nos ponemos en contacto con el conocimiento que perteneció a nosotros en un cuerpo anterior y, desde ese momento en adelante, luchamos con mayor diligencia hacia la perfección".

Acción correcta con desapego a los resultados.

"Kṛṣṇa, entonces, le dice a Arjuna que, siendo imposible permanecer en el mundo sin ejecutar acción alguna, la práctica correcta es la de realizar aquellas acciones (deberes de la vida, ya sean en la guerra o en la paz) que están ahí para ser hechas y hacerlas con un corazón desapegado a los resultados; y debería sentirse satisfecho de hacer lo que se considera como la voluntad del Señor interno, por la sola razón de que hay que efectuarlo. Él lo resume con estas palabras: 
“Pero aquel que, frenando sus sentidos por medio de su corazón y que, estando libre de apego a los resultados de su acción, emprende la devoción activa a través de los órganos de la acción, ese es digno de encomio".
...
"Una profunda reflexión sobre esta respuesta dada por el Gran Señor de los Hombres nos mostrará que el reino sobre el que se extiende la influencia de la pasión es mucho más amplio de lo que habíamos supuesto al comienzo. Muchos estudiantes creen que la libertad puede ser rápidamente obtenida tan pronto como ellos empiezan a estudiar el Ocultismo o comienzan la investigación de su ser interno, de lo cual lo externo es sólo una revelación parcial. Ellos entran en este estudio llenos de esperanzas y, al encontrar en ello un gran alivio y entusiasmo, piensan que la victoria ya está prácticamente lograda. Pero el enemigo del cual se ha hablado, esa obstrucción, esa mancha, está presente dentro de un mayor número de factores que componen el ser de lo que parece. 
Kṛṣṇa hace referencia a las tres cualidades o guṇas de Sattva, Rajas, y Tamas. La primera es de la naturaleza de la verdad, pura y luminosa; la segunda participa de la verdad en un grado menor, es de la índole de la acción y tiene también en ella la cualidad del mal; la tercera, Tamas, es enteramente mala, y su peculiaridad esencial es la indiferencia, correspondiendo a la oscuridad y tinieblas en las que ninguna acción de una cualidad pura es posible. 
Estas tres grandes divisiones, llamadas Guṇas en el idioma Sánscrito, incluyen todas las combinaciones de lo que nosotros llamamos “cualidades”, ya sean éstas morales, mentales o físicas. 
Esta pasión o deseo de la que se habla en el capítulo está compuesta de las dos últimas cualidades, Rajas y Tamas. Tal como dice Kṛṣṇa, es indomable. No es posible, como enseñan algunos, el traer un deseo de esta índole a nuestro servicio. Ha de ser matado. Es inútil tratar de usarlo como ayuda, porque su tendencia se dirige más hacia Tamas, o sea, desciende, en lugar de ir más hacia la otra dirección. 
Aquí se muestra que envuelve al conocimiento mismo. Está presente, ya sea en un grado mayor o menor, en cada acción. De ahí la dificultad encontrada por todos los hombres que se disponen al cultivo de lo más elevado que hay en ellos. 
Al principio estamos inclinados a suponer que el campo de acción de esta cualidad es solamente el de los sentidos; pero Kṛṣṇa enseña que su imperio alcanza más allá de todo esto e incluye el corazón y el intelecto también. El alma encarnada, deseosa de conocimiento y de libertad, se encuentra continuamente enlazada por Tamas que, gobernando también en el corazón y la mente, es capaz de manchar el conocimiento y, por lo tanto, asombrar y desconcertar al luchador. 
Esta fuerza tiene preponderancia particularmente entre los sentidos. Y estos últimos incluyen todos los poderes psíquicos tan deseados por aquellos que estudian el Ocultismo. Por lo tanto no implica, necesariamente, que un hombre sea espiritual o que conozca la verdad solo porque sea capaz de ver a través de grandes distancias o de percibir los habitantes que residen en el mundo astral o de oír con el oído interno. En esta parte de la economía humana la cualidad tenebrosa es peculiarmente poderosa. Es más posible que el error esté presente allí que en ningún otro campo y a menos que el vidente sea dueño de sí mismo, no consigue conocimiento valioso, pero es muy probable que caiga, al final, no sólo en errores mucho más grandes, sino también en gran maldad". 

Encontrar lo divino en todas las cosas.

"El discípulo debe aprender a hacer todo acto teniendo lo Divino a la vista, así como lo Divino en todas las cosas. 
[...]
Es ver a Kṛṣṇa en todas las cosas y todas las cosas en él. Al final tendremos que hacer todo esto porque Īśvara, el espíritu en cada uno de nosotros, no es nadie más que Kṛṣṇa; por lo tanto pensemos en Él y luchemos; mientras estamos enredados en este denso bosque de la existencia, pensemos en Él, el León nuestro guardián, el Sabio nuestro guía, el Guerrero nuestra segura defensa y escudo".
...

"Si intentamos, como lo señala Kṛṣṇa, encontrar lo divino en todas las cosas, muy pronto aprenderemos a no juzgar por las apariencias, y si seguimos el consejo que se nos da en este capítulo, de hacer nuestro deber sin esperanza de recompensa y sin el sólo deseo de resultados que tenemos a la vista, entonces el fin será la paz".
...
"Y aún en la alta meta que es la aspiración al discipulado bajo un maestro y hasta en el mismo Adeptado, nos encontramos con la misma dificultad. Esta aspiración es loable por encima de la mayor parte de las cosas que podemos formularnos, pero cuando fríamente nos preguntamos, después que la aspiración ha sido formada: “¿Por qué tengo esta aspiración; por qué quiero estar próximo al Maestro?”, nos vemos obligados a admitir que el motivo que impulsa la adquisición de la aspiración estaba manchado por el egoísmo. Podemos fácilmente probar esto con solo inquirir dentro de nuestra propia conciencia si tuvimos esa aspiración para nosotros mismos o para la gran masa de la humanidad, ya sean ricos o pobres, despreciables o nobles; y si seríamos capaces de sentirnos contentos si nos dijeran súbitamente que nuestro hondo anhelo le ha dado beneficio a otros y que nosotros hemos de esperar unas diez vidas más. Podríamos estar seguros de que la respuesta es que estaríamos muy apesadumbrados. En el doceavo verso del poema encontramos el remedio a esta dificultad, así como con la dificultad misma, porque claramente dice allí: “El recto ejecutante de la acción, abandonando el fruto de la misma, logra el descanso a través de la devoción; el errado ejecutante de la acción, apegado al fruto de aquello, permanece atado por causa del deseo"
Estas instrucciones resultarán bien difíciles para todos aquellos que viven para sí mismos y que en ningún grado menor han comenzado a creer que ellos no están aquí por sus propios beneficios. Pero cuando sentimos que no hay separación entre nosotros y ninguna otra criatura y que nuestro Yo Superior nos conduce a través de todas las experiencias de la vida hasta el final de que nosotros habremos de reconocer la unidad de todo, entonces, en vez de actuar continuamente en modo contrario a los objetos de ese Yo Superior, tratamos de adquirir la recta creencia y aspiración. Ni debemos tampoco ser detenidos, como son algunos, por la extrema dificultad de eliminar el deseo egoísta por el progreso. Esa será la labor durante muchas vidas y debemos comenzarla voluntariamente tan pronto como nos es conocida, en vez de esperar a que se nos imponga forzosamente a través del sufrimiento y de múltiples derrotas. 
El error común cometido por los estudiantes de Teosofía, así como por los estudiantes que están fuera del movimiento, es rectificado en este capítulo. Es el hábito de muchos decir que, si estas doctrinas son seguidas al pie de la letra, el resultado sería un ser a quien no le importa nada sino la calma que viene con la extinción en el Supremo Espíritu, esto es: el egoísmo extremo. Y los escritores populares contribuyen a esta ridícula impresión, como lo podemos ver en los numerosos artículos sobre el tema. Entre esos escritores, el sólo seguir de la “idea del engrandecimiento personal”, es el veneno de la era actual, tal como lo piensan los ocultistas, pero que resulta ser la principal belleza a los ojos de aquellos a quienes me estoy refiriendo. Kṛṣṇa lo pone bien claro en el verso veinticinco: 
“La disolución en el Espíritu Supremo es ganada por el sabio de recta visión cuyos pecados han sido agotados, que ha cortado de un tajo todas las dudas, cuyos sentidos y órganos están bajo control, y que es devoto al bienestar de todas las criaturas”.


Tener fe, constancia.

"Tener fe, es el de mantener una convicción de la verdad de aquello sobre el cual uno ha fijado su fe. En el mundo hay muchas “fes”, algunas han sido adoptadas debido a la ignorancia, a la credulidad y a la superstición; otras, porque ellas son atractivas a los deseos de sus seguidores; otras, igualmente, por las verdades parciales que contienen. Pero eso que falta en todas ellas es “conocimiento”, porque una convicción mantenida en la ignorancia no hace más que perpetuar la ignorancia y los resultados de esta; una convicción mantenida por el deseo, sólo perpetúa los deseos y sus resultados; y una convicción mantenida por las verdades parciales perceptibles, indica un poco de conocimiento, pero no lo suficiente para distinguir el error que está siempre entremezclado con las verdades parciales. La “fe” de que habla Kṛṣṇa es aquella que está fundamentada en el auto-conocimiento o el conocimiento del Yo como siendo Todo y estando en Todo. Una confianza puesta sobre ese Yo Supremo y una identificación del Yo de uno con Eso, presenta una base incambiante e incambiable de la cual puede ser percibida la Verdad en relación al Hombre y a toda la Naturaleza. “La verdadera fe” puede sólo existir cuando está fundada sobre el recto saber y conocimiento".
...
"El Sendero de cada Arjuna y de cada uno de nosotros, no es más que eso; es primeramente un reconocimiento de que el verdadero conocimiento tiene que existir y un deseo ardiente de obtener ese conocimiento. Entonces, viene una búsqueda por la fuente de tal conocimiento; en esa búsqueda yace el peligro para el buscador. Él encontrará muchos maestros, cada uno con una pretensión de poseer ese conocimiento. Al paso que no tiene aún los medios para determinar lo verdadero de lo falso, aceptará ignorantemente ese maestro o enseñanza que estén de acuerdo con sus propias ideas y deseos. Éste, desafortunadamente, es el curso de la mayor parte de los buscadores. Pero también habremos de encontrar a otros que examinan cuidadosamente las bases fundamentales de las enseñanzas ofrecidas y que acepten sólo aquellas cuyas proposiciones fundamentales pueden ser aplicadas, universalmente, de manera que su verdad se hace auto-evidente". 
...
"La constancia se gana por un empeño persistente de llegar a ser constante, firme y determinado. 
“Y si después de una práctica constante, eres todavía incapaz, sígueme por las acciones hechas por mí; porque haciendo obras por mí, lograrás la perfección”. Las obras a las que se refiere esto son especiales, diseñadas y ejecutadas a nombre del Supremo y todas tendientes hacia la eliminación de “la idea personal” de separatividad. 
“Pero, si aún no estás a la altura de esto, entonces, por autorestricción, ofréceme a mí todo lo que hagas, tanto tus éxitos como tus fracasos, abandonando así en mí el fruto de cada acción. Pues, el conocimiento es mejor que la práctica constante, la meditación es superior al conocimiento, la renunciación del fruto de la acción es superior a la meditación; y la emancipación final es el resultado inmediato de tal renunciación”. Se ha dicho que la Fuente de todos los seres es Una; que el objetivo es Uno; pero que el Sendero varía con cada peregrino. Por lo tanto, cada peregrino se encuentra en un punto de su evolución o desarrollo en el que uno u otro de los pasos aquí presentados está al alcance. Cada uno de estos pasos es aquí mostrado como conducente a la dirección de la meta, pero el aspirante ha de verlos solamente como pasos, siendo la condición para su éxito de que él por siempre mantenga a la vista su meta: la unión con el Yo Superior. 
“Dominarse a sí mismo”, significa mantener bajo control el yo personal. “Ofrece todas tus obras, tus fracasos y éxitos igualmente, en mí, abandonando en mí el fruto de cada acción”, esto no necesita mayor explicación; porque esa misma instrucción ha sido dada tan frecuentemente en los capítulos anteriores de la Gītā, por ejemplo: “La libertad viene de la renuncia al propio interés en el fruto de las acciones de uno”. El propio interés es siempre un asunto del modo de pensar; es imposible que tengamos apegos por una cosa acerca de la cual no pensamos; ni sentir antipatía hacia una cosa en la cual no pensamos, por lo tanto, si nos encontramos a confrontar cosas que requieren ser hechas, debemos hacerlas, sin importarnos que ellas prometan triunfo o fracaso para nosotros. Kṛṣṇa dice que la emancipación es el resultado inmediato de tal renunciación y, por lo tanto, coloca la completa renunciación como el logro de la meta. La renunciación es superior a la meditación, porque es por meditación sobre el fin que se tiene en vista que la renuncia nos llega; la meditación es superior al conocimiento, porque el recto conocimiento produce recta meditación; el conocimiento es mejor que la constante práctica, porque la práctica genera conocimiento." 

Evitar el centrarnos en lo fenoménico.

"Ahora, como entonces, las cosas más incidentales de la verdadera práctica del ocultista son consideradas, comentadas y buscadas. Lo fenoménico o el poder de producirlo constituyen el fin y objetivo de los esfuerzos de estos buscadores. Pero busquemos lo que busquemos, no encontraremos, entre ellos, un conocimiento real, una experiencia real, ni la verdadera iniciación. Estando en el sendero equivocado e ilusionados por una falsa luz, ellos no pueden hacer más que confundir, frustrar y engañar a aquellos que han puesto toda su confianza en ellos". 


"Los pares de opuestos".

"El estudiante ha de alzarse a sí mismo más allá de “la influencia de los pares de opuestos”. Él ha de ver que estos son sólo los medios y modos necesarios para darle una más y más amplia percepción, y él tiene por fuerza que darse cuenta que él es el Percibidor y ninguna de sus percepciones. Y a medida que se eleva por encima de esas influencias, encontrará otros como él y aún otros más adelantados que son de una naturaleza divina que aman y que comprenden; que poseen lo que aparece para otros como virtudes, pero que para ellos son sólo las acciones con el conocimiento espiritual que las dirige; que comprenden que los vicios de los hombres son debidos a la ignorancia y no a una maldad innata; y que, por tanto, tienen paciencia, poder y fortaleza, compasión universal, modestia y mansedumbre. Ellos saben que eso que crea la maldad puede ser convertido en aquello que hace el bien; que eso que crea la destrucción, puede ser convertido en aquello que es constructivo; que aquello que crea la separatividad y  egoísmo, puede ser convertido en eso que crea la unidad y el altruismo. Y sabiendo esto, toda la naturaleza es de ellos, cada poder y elemento en ella no son sino sus instrumentos; y no es que las relatividades del bien y del mal puedan o deban ser destruidas, sino que la identidad espiritual de todos los seres habrá de ser realizada en cada nivel o grado, concentrándose sólo en ese tipo de pensamiento y de acción capaz de producir un progreso armonioso hacia la perfección. 

El verdadero discernimiento distingue entre el bien, el mal, y las naturalezas entremezcladas. Sabe que todos los seres humanos son inherentemente perfeccionables y que las imperfecciones existen sólo en la naturaleza inferior adquirida; que mientras esta naturaleza adquirida se exhibe en acciones, su raíz yace en tendencias estimuladas por conceptos limitados y erróneos. El esfuerzo, por lo tanto, no ha de ser gastado en clasificaciones de bien y mal relativos, ni tampoco ha de haber condenación de ningún ser por cualquiera que sea el estado en que ese ser se encuentre; las causas que han conducido a cada estado se muestran, la base correcta para el pensamiento y las acciones es dada, las marcas sobre el “pequeño sendero antiguo” que conducen más allá del bien y del mal relativos, son señaladas, y el peregrino es pacientemente ayudado en cada paso del camino".

--------- --------- ---------

(1) De la obra: "Dāmodar K. Māvalankar. Tras los pasos de un chela indo, Antología de escritos". Compilado y Traducido por integrantes del Centro de Estudios de la Teosofía Original. Esperia Editorial Teosófica, 2014.

(2) El texto fue publicado, entre otras, en la revista que editaba W. Q. Judge "The Path", y en una nota a pie de página se indicó en relación al uso de la palabra individualidad que "Esta palabra es usada para significar las personalidades; la persona en cualquier nacimiento. Desde que la carta fue escrita [1881] individualidad es muy usada queriendo decir la parte indestructible. – Editor, The Path".

(3) Del libro: “Respuestas a preguntas sobre el Océano de la Teosofía”, Robert Crosbie, editorial The Theosophy Company, 1996. 

(4) "Ella, estando muerta, aún habla", H.P. Blavatsky. The Path, 1892.

 
(5) "La Búsqueda Del Ocultismo" es un artículo que H.P.B. escribió para la revista "The Spiritual Scientist".

(6) Nos hemos basado en la edición de Esperia Editorial Teosófica, 2016: "La Bhagavad Gītā y Apuntes sobre La Bhagavad Gītā", con cambios menores en la puntuación y traducción del inglés.