En el primer volumen de La Doctrina Secreta (Cosmogénesis), al finalizar la
primera parte, nos
encontramos con una recapitulación de los principales asuntos tratados,
conceptos fundamentales para un correcto entendimiento de la filosofía
expuesta. He aquí algunos extractos identificados por temas:
¿Qué es la Doctrina Secreta?
“La Doctrina Secreta es la Sabiduría acumulada de las Edades, y solamente su cosmogonía es
el más asombroso y acabado de los sistemas, aun velado como se encuentra en el
exoterismo de los Purânas”.
¿De dónde procede la filosofía que contiene el sistema cosmológico expuesto?
“… la ciencia actual no cree en el “alma de las cosas” y, por lo tanto, desechará todo el
sistema de la antigua cosmogonía. Inútil es decir que el sistema en cuestión no
es fantasía de uno o de varios individuos aislados; que es el archivo no
interrumpido durante millares de generaciones de Videntes, cuyas experiencias
respectivas se llevaban a efecto para comprobar y verificar las tradiciones,
transmitidas oralmente de una raza antigua a otra, acerca de las enseñanzas de
los seres superiores y más exaltados que velaron sobre la infancia de la
Humanidad; que durante largas edades, los “Hombres Sabios” de la Quinta Raza, pertenecientes a
los restos salvados y librados del último cataclismo y alteraciones de los
continentes, pasaron sus vidas aprendiendo,
no enseñando. ¿Cómo lo hacían? Se contesta: comprobando, examinando y
verificando en cada uno de los departamentos de la naturaleza las antiguas
tradiciones, por medio de las visiones independientes de los grandes adeptos;
esto es, de los hombres que han perfeccionado hasta el mayor grado posible sus
organizaciones físicas, mentales, psíquicas y espirituales. No era aceptada la
visión de ningún adepto hasta ser confrontada y comprobada por las visiones de
otros adeptos, obtenidas de modo que se presentasen como evidencia
independiente y por siglos de experiencia.
La Esencia Absoluta y desconocida como idea fundamental de esta Filosofía:
“La Ley fundamental en ese sistema, el punto central del que
todo ha surgido alrededor y hacia el cual todo gravita, y del que depende toda
su filosofía, es el PRINCIPIO SUBSTANCIAL Uno, homogéneo y divino, la causa
radical única.
… Es llamado “Principio Substancial”,
porque se convierte en “substancia” en
el estado del Universo manifestado: una ilusión, mientras continúa siendo un
“Principio” en el ESPACIO visible e
invisible, sin comienzo ni fin, abstracto. Es la Realidad omnipresente; impersonal, porque lo contiene todo y cada una de las cosas. Su
impersonalidad es el concepto
fundamental del sistema. Está latente en todos los átomos del Universo, y
es el Universo mismo”.
¿Qué es el Universo, de dónde proviene?
“El Universo es la
manifestación periódica de esta Esencia Absoluta y desconocida. Llamarla
“esencia” es, sin embargo, pecar
contra el espíritu mismo de la filosofía. Porque, aunque el nombre pueda ser
derivación en este caso del verbo esse, “ser”, no obstante, no puede identificarse
con un “ser” de ninguna especie
concebible por la humana inteligencia. Descríbese mejor AQUELLO como no siendo
Espíritu ni materia, sino ambas cosas a la vez. Parabrahmam y Mulaprakriti son
Uno en realidad, si bien dos en el concepto Universal del manifestado, hasta en
el concepto del Logos Uno, la primera manifestación, al cual … AQUELLO aparece desde el punto de vista objetivo, del Logos Único como
Mulaprakriti, y no como Parabrahmam; como su velo, y no como la REALIDAD
Una oculta tras del mismo, la cual es incondicionada y absoluta”.
El Universo es temporal. Todo en él está en continuo cambio:
“El Universo, con cada una
de las cosas que contiene, es llamado MAYA, porque todo en él es temporal,
desde la vida efímera de una mosca de fuego, hasta la del Sol. Comparado con la
eterna inmutabilidad del UNO, y con la inmutabilidad de aquel Principio, el
Universo, con sus formas efímeras en cambio perpetuo, no debe ser
necesariamente, para la inteligencia de un filósofo, más que un fuego fatuo.
Sin embargo, el Universo es lo suficientemente real para los seres conscientes
que en él residen, los cuales son tan ilusorios como lo es él mismo”.
Todo en el Universo tiene consciencia, en diversos
grados:
El universo es elaborado y dirigido de dentro afuera. La existencia de Jerarquías de Seres sentientes:
“...Tal como es arriba es abajo, así en los cielos como en la tierra;
y el hombre, el microcosmo y la copia en miniatura del macrocosmo, es el
testimonio viviente de esta Ley Universal y de su manera de obrar. Vemos que
cada movimiento externo, acción,
gesto, sea voluntario o mecánico, orgánico o mental, es precedido y producido
por un sentimiento o emoción internos, por
la voluntad o volición, y por el pensamiento o mente. Pues ningún
movimiento o cambio exterior, cuando es normal, en el cuerpo externo del hombre,
puede tener lugar a menos que sea provocado por un impulso interno, comunicado
por una de las tres funciones citadas; y lo mismo sucede con el Universo
externo o manifestado. Todo el Kosmos es dirigido,
vigilado y animado por series casi interminables de Jerarquías de Seres sentientes,
teniendo cada uno de ellos una misión que cumplir, y quienes (ya se les llame
por un nombre o por otro, Dhyan-Chohans o Ángeles) son “mensajeros” en el sentido tan sólo de ser agentes
de las LEYES Kármicas y Cósmicas. Varían hasta el infinito en sus grados
respectivos de conciencia y de inteligencia; y el llamarlos a todos Espíritus
puros, sin mezcla alguna terrena, “sobre la que el tiempo hará presa algún día”, es tan sólo tomarse una licencia
poética. Pues cada uno de estos Seres, o bien fue o se prepara para
convertirse en un hombre, si no en el presente ciclo (Manvantara), en uno de
los pasados o en uno de los futuros. Cuando no son hombres incipientes, son hombres perfeccionados;
y en sus esferas superiores menos materiales, difieren moralmente de los
seres humanos terrestres tan sólo en que se hallan libres del sentimiento de la
personalidad y de la naturaleza emocional humana:
dos características puramente terrenas. Los primeros, o sea los
“perfeccionados”, han quedado libres
de aquellos sentimientos, porque (a) ya
no poseen cuerpos carnales, carga siempre entorpecedora para el Alma; y (b) no encontrando obstáculos el
elemento espiritual puro, o estando más libre, se hallan menos influidos por maya
que el hombre, a menos que éste sea un adepto que conserva sus dos
personalidades (la espiritual y la física), separadas por completo …”.