24 enero 2021

Algunas preguntas sobre el Karma

Escribió H.P.B. que “Sólo el conocimiento de los renacimientos constantes de una misma Individualidad a través de todo el Ciclo de Vida; la seguridad de que las mismas Mónadas ... tienen que pasar a través del “Ciclo de Necesidad”, recompensadas o castigadas por medio de tales renacimientos, de los sufrimientos soportados o de los crímenes cometidos en las vidas anteriores; … sólo esta doctrina, decimos, puede explicarnos el problema misterioso del Bien y del Mal, y reconciliar al hombre con la aparente injusticia terrible de la vida. Nada que no sea una certeza semejante puede aquietar nuestro sentimiento de justicia en rebelión. Pues cuando el que desconoce la noble doctrina mira en torno suyo y observa las desigualdades del nacimiento y de la fortuna, de la inteligencia y de las facultades; cuando vemos que se rinden honores a gente necia y disipada, sobre quien la fortuna ha acumulado sus favores por mero privilegio del nacimiento, y su prójimo, con gran inteligencia y nobles virtudes, mucho más meritorio por todos conceptos, perece de necesidad y por falta de simpatía; cuando se ve todo esto y hay que retirarse ante la impotencia para socorrer el infortunio inmerecido, vibrando los oídos y angustiado el corazón con los gritos de dolor en torno de uno, sólo el bendito conocimiento de Karma impide maldecir de la vida y de los hombres …"

Se amplían ahora las ideas básicas que se expusieron en la entrada La Ley del Karma, a través de algunas de las preguntas que sobre el tema respondió al respecto Robert Crosbie: (1)

“P. ¿Usted siente que sólo el entendimiento de estas ideas de Karma y Reencarnación pueden salvar a la nación de las dificultades internas?

R. Éste es el único camino. Hasta que los hombres entiendan que ellos están aquí no por una sola vez, que lo que sea que ellos reciban lo han merecido, tendremos justamente tanta o peor dificultad de la que ya hemos tenido, ya que mientras más tiempo pasa más intensas serán las reacciones. Pero, tal vez los hombres escucharán a estas obvias y autoevidentes verdades solamente cuando llegue a haber una subversión y destrucción tan absoluta que tendrán que detenerse y pensar. (…)


P. ¿Entonces, nunca hay injusticia alguna?

R. No hay injusticia. Lo que vemos como injusticia aparente parece así porque no vemos las causas que han producido los presentes efectos nocivos. Si nosotros no tenemos conocimiento de nuestra propia y verdadera naturaleza y la Ley del Karma que es inherente a ella, entonces el sentimiento solamente puede ser de que hemos recibido injusticia, y albergamos odio y resentimientos. Lo que impide nuestro entendimiento de estas cosas es principalmente el que no sepamos porqué estamos aquí. Nosotros vemos las cosas desde la base de una vida, y encontrándonos aquí en esta vida nos imaginamos que es algo con lo que nada teníamos que ver. Viendo a los demás más afortunados que nosotros, de acuerdo a nuestro parecer, queremos saber el porqué, y al no haber ninguna contestación posible sobre la base que hemos asumido, suponemos que estamos recibiendo injusticia. Si el Karma es la doctrina de la responsabilidad, la Reencarnación es la doctrina de la esperanza. Las dos van juntas. La razón de que estemos en la Tierra, de acuerdo con la enseñanza Oculta es: no estamos aquí debido a nuestras virtudes; estamos aquí debido a nuestros defectos. La "personalidad" es realmente para eliminar defectos. Si no aprendemos cual es el objeto de la vida, y no hacemos el trabajo, entonces solamente estamos creando más defectos que ajustar, y más dificultades para nosotros mismos.


P. ¿Quién puede ser el juez de los motivos de un hombre, en lo que siente y lo que hace?

R. El hombre mismo. Pero debe olvidarse de sí mismo si es que va a juzgar verdaderamente. Ningún juez puede ser imparcial si tiene un interés personal en sus propias decisiones. Así es que si tenemos cualquier interés personal en nuestras decisiones no podemos juzgar nuestros motivos; solamente podemos juzgarlos correctamente cuando no busquemos nada para nosotros mismos. El mejor guía y la mayor protección que pueda tener cualquier hombre es un firme deseo de beneficiar a la humanidad y buscar nada para sí mismo.


P. ¿Cuál es realmente la causa del Karma?

R. Karma es primero, último y todo el tiempo, acción; y nosotros no podremos entender Karma hasta que no sostengamos la idea de que todo el universo es inteligencia, expresándose a sí misma en infinidad de formas y en muchas maneras. Es la acción de la inteligencia que produce todos los efectos percibidos en este plano de existencia.


P. ¿Cómo, entonces, podernos nosotros llegar a no tener Karma?

R. Nosotros nunca llegaremos a no tener Karma, en el sentido de llegar a ser libres del Karma, porque Karma opera sobre todo ser desde el átomo más pequeño hasta el ser más elevado en el universo. Pero cuando nosotros dejamos de actuar en cualquier forma por beneficio propio, cuando la causa es siempre universal en su acción, entonces los efectos son proporcionales con la ley. Nosotros no tenemos Karma porque no estamos distribuyendo la ley; sólo somos agentes y focos de ella.


P. ¿Podría un individuo eliminarse a sí mismo del Karma nacional de una nación egoísta?

R. Una nación está formada por individuos egoístas en ella, y el egoísmo hace la guerra entre los individuos, clases de hombres, o masas de hombres ya que la guerra empieza dentro del hombre y no fuera de él. Pero si un individuo no comulga con las ideas egoístas que rigen a su nación ni tampoco con los métodos seguidos de acuerdo con ellos, y si él protesta contra ellos en donde quiera que pueda, entonces no está conectado con ellos. Él está entre todos ellos bajo Karma, y cualquier Karma que le pertenezca por su conexión en primer término, eso recibirá, pero él ha cortado la conexión con la idea nación en lo que concierne a cualquier Karma futuro.


P. ¿No están todos los trabajadores en el socialismo, en sindicatos y en líneas similares contribuyendo a mitigar el Karma nacional?

R. Sin duda alguna todos ellos son sinceros en su devoción y en el sacrificio propio por ello, pero ¿qué mejoramiento permanente puede venir si ellos están trabajando por cosas erróneas en una forma errónea? Su motivo está completamente concerniente con la existencia física, prosperidad, descanso y comodidad. Ningún intento a través de estas líneas puede producir cualquier beneficio perdurable, como se puede ver en las varias así llamadas reformas que han venido y se han ido con los reformadores. ¿En dónde están sus sacrificios? Todos procedemos del mismo Origen y todos estamos viajando hacia la misma meta; pero nunca obtendremos métodos correctos, relaciones correctas hasta que entendamos nuestras propias naturalezas, y actuemos de acuerdo con ellas. Esa es la única forma por la cual podemos mitigar ya sea el Karma nacional o individual.


P. ¿Pero si cada uno tuviera una educación, podría él entender estas cosas?

R. La educación de uno no hace ninguna diferencia esencial. Cualquier hombre puede entender la justicia. Puede entender que el mérito es la única cosa que puede producir mérito, y puede entender lo suficiente para cumplir con su deber hacia su familia y hacia todos los demás. Generalmente hablando, los hombres piensan que el mundo les debe lo necesario para vivir, oportunidad, educación. Todo lo que nosotros necesitamos considerar es que nosotros le debemos al mundo nuestro servicio. La situación de todo hombre depende de lo que su naturaleza realmente es. Si un hombre es bueno, justo y noble en su mente, él no requiere mejores condiciones para comportarse así. El simple hecho de vivir bajo ventajas educativas no significa conocimiento o comprensión de las causas de opresión. Más aún, ninguna persona con la disposición de aprender fracasará en encontrar una forma de aprender sin tomar en cuenta las condiciones.


P. ¿Temería un teósofo hacer el mal a causa del mal Karma que viene a sí mismo?

R. Temería hacer el mal, no por el mal Karma que le vendría, sino porque sabe que no debe hacer el mal. Él sólo sabe hacer el bien, y si hace el mal necesariamente debe temer, porque las consecuencias son seguras, y el hecho está frente a él de que el mal no recae sobre él solamente, considerado personalmente, sino que debe reproducirse a sí mismo sobre otras personas que él no sospecha que tienen la inclinación de hacer el mal. ¿No fue Jesús quien dijo: "Con la misma medida con la que mides a los otros, así también serás medido, de tal manera será para ti otra vez medido, acumulado, exprimido y acrecentado sobre ti" Si somos teósofos, entonces sabemos cómo calcular el costo, y podemos figurar de antemano el interés compuesto que acompaña a las acciones malas. Ni tampoco por el otro lado, debernos buscar protección contra nuestros actos malos, sino que pensar y actuar en tal forma para no necesitar protección, ninguna otra cosa nos puede tocar más que el bien si sólo pensamos hacer el bien, actuar bien, y sentir el bien. El mal no llega por ningún otro medio más que por nuestros pensamientos malvados y egoístas.


P. ¿La naturaleza espiritual del hombre nunca es afectada por Karma?

R. No; el inmutable Espíritu en el hombre no es afectado en su naturaleza, o cambiado por ninguna otra cosa que pueda experimentar, sino que tiene su incremento de poder y conocimiento a través de varias fases de evolución y adelanto. No cometamos el error de buscar ninguna finalidad sino que más bien bajo el punto de vista de progresión continua. Un estado de perfección como finalidad será estancamiento. En un infinito universo hay infinitas oportunidades, y no importa qué alturas en conocimiento y poder hayan sido obtenidas, siempre debe haber campos de acción más adelante.


P. ¿La tendencia de Karma es siempre para restablecer el equilibrio, para que al fin de un Maha-manvantara el total de Karma entre los seres sea ajustado, o que el equilibrio sea absolutamente restaurado?

R. No hay tal cosa como un reajuste completo, en el sentido de que todos los seres son individualmente reajustados, y que hay una interrupción de interacción de toda la masa. Igual como cuando nuestra acción tísica cesa por razón de la muerte del cuerpo, Karma no está todavía reajustado, pero espera nuestro retorno en un cuerpo otra vez para seguir adelante con él. Siempre debe haber para cualquier evolución efectos todavía no ajustados. El radio de progreso de cualquier ser es de acuerdo con el progreso de toda la masa durante el manvantara; así es que su progreso es repartido o controlado por el Karma universal del cual él es una parte. Al final de un manvantara, entonces, se puede decir que hay un período de asimilación, en lugar de uno de ajustes completos, el cual, sin embargo, nos aporta una base para ser tomada por toda la masa de seres involucrados.


P. ¿Entonces el Karma está solamente suspendido mientras tanto?

R. Sí; ya que el tiempo no es un factor en el ajuste del Karma. Es una cuestión de condiciones.


P. ¿Pero, no es posible encontrar el tiempo de la reacción de una causa previamente establecida?

R. Las reacciones puramente físicas pueden, desde luego, ser en tal forma verificadas, pero cuando llegamos a las reacciones mentales, el tiempo involucrado es afectado por las condiciones en las cuales nosotros nos ponemos o nos encontramos. Nosotros hacemos la condición favorable para la reacción. El Karma puede prevalecer, en el sentido que la causación ha seguido adelante y el efecto ha sido sentido por otros, pero nosotros podríamos no estar aún en esa condición en donde podamos hacer el ajuste, por que otro Karma está operando tan fuertemente como para mantener suspendida esta reacción particular.

Se dice que aquel que conoce el Karma conoce los límites del tiempo, y aquel que conoce los límites del tiempo, conoce el Karma, pero ese conocimiento no será nuestro hasta que no entendamos la operación de las causas, mas por el momento no es necesario. Si pudiéramos ahora saber exactamente cuándo nos llegará la repercusión de una acción, probablemente perderíamos todo nuestro tiempo figurándonos solamente lo que podríamos hacer para evitarla, para mejorarla, o para disponer justamente de la condición apropiada para recibirla. Lo que tenemos que hacer es afrontar toda y cualquier cosa exacta mente tal y como venga. No debemos tomar la posición de proveernos de dinero para un día de necesidad, porque esto es una mera suposición para nosotros. Es suficiente el mal que existe día con día. Cuida el día de hoy. No te preocupes por la hora que sigue. Cuida la hora presente. Cuida cada momento, cada hora tal como venga, no temas a nada, no desconfíes de nada, con plena confianza, dependiendo en la Ley de nuestras propias naturalezas. Si nosotros sentimos nuestras responsabilidades y desempeñamos nuestro deber lo mejor que podamos para el bien de todos sin tomar en cuenta cualquier pensamiento que tengamos sobre el efecto que nos llegue, entonces estaremos ajustando y eliminando Karma en la mejor forma posible.


P. ¿Qué no puede el Karma muy bueno eliminar rápidamente los efectos del mal?

R. No, no puede; los efectos de cada acción deben tomar su curso, no obstante que dos clases de Karma igualmente fuertes, si son de naturaleza opuesta, se neutralizan por lo pronto y permiten la operación de una clase de Karma más débil. Pero si estamos hablando de los efectos sentidos a través de un cuerpo, debemos saber que ellos son sólo una pequeña porción del Karma. No importa cómo sea el Karma, ya sea malo o perjudicial y no importa qué tan bueno sea, si la actitud del que está pasando por eso es recta, lo recibe como una oportunidad. La única forma en que podemos disminuir los efectos del Karma malo, es tomando una actitud recta hacia eso. Cuando llegan los buenos tiempos, podemos sembrar buenas causas; cuando los tiempos malos llegan, también podemos tratar de sembrar causas buenas, usando la oportunidad para ganar fuerza, valor y entendimiento de la vida. Parece que nosotros siempre estamos tratando de esquivar el Karma malo y obtener buen Karma, mientras que lo que debemos es hacer uso de todas las cosas tal como vienen. En esta forma pagamos nuestras deudas a un acreedor que no podemos esquivar -nosotros mismos. No ponemos esfuerzo tratando de evadir cual quier cosa, sino que vamos directamente a trabajar sobre lo que está frente a nosotros. Entonces el alma comienza a actuar, la voluntad comienza a actuar, y el poder de la voluntad es incrementado. La voluntad no opera en una personalidad vacilante y cambiable, con miedo de esto y de aquello, con miedo de que no pudiera ser capaz de soportar esto o aquello. Solamente el sentimiento de la responsabilidad nos sustraerá de esas consideraciones personales.


P. ¿Entonces el Karma más bueno, estará trabajando para eliminar el Karma malo?

R. Bueno, vamos a decir que nada es bueno y nada es malo, sino que todo es oportunidad, -la mejor oportunidad, porque el alma conoce lo que necesita para incrementar sus poderes y mantener su energía. Nosotros algunas veces no reconocemos nuestras oportunidades, porque están ocurriendo a cada minuto que pasa. Cada evento es una oportunidad -aún el paso de la gente en la calle y los pensamientos y sentimientos que incitan en nosotros; ya sea lo que fuere que sentimos hacia los demás, nuestras relaciones con ellos, nuestro contacto con ellos, nuestras relaciones familiares, sociales, comerciales y nuestras relaciones nacionales, -todas estas son oportunidades para tomar ventaja en todas las formas, cada una de ellas constituye Karma. Nuestro contacto con la Teosofía es una oportunidad Kármica.


P. ¿Podría ser posible el distribuir Karma dentro de un largo periodo de tiempo?

R. Nuevamente, esto depende de la actitud que nosotros sostenemos. Podemos distribuir el Karma durante un largo periodo de tiempo, o podemos acelerarlo, porque somos seres autoconcientes, y ese hecho siempre significa que tenemos el poder de elegir. Simplemente con nuestra diferente actitud hacia la vida debido a nuestro estudio de la Teosofía, tiene la tendencia de acelerar el Karma; o podemos decir, a medida que nos aceleramos, afrontamos Karma.


P. ¿Se puede precipitar el Karma aunque sea muy pesado?

R. Ninguno de nosotros tendríamos, tal vez, ni la disposición ni el valor de avanzar tan lejos en aquello que fuéramos incapaces de resistir el peso del Karma. Nunca debemos tener una carga que no podamos soportar, aunque parezca ser muy pesada. Debemos eliminar en nosotros aquello que no sea correcto, lo que no sea justo, y aquello que no nos permita actuar como debemos actuar. Mientras más rápido lo hagamos, es mejor, pero debemos solamente acelerar tanto como podamos soportar. Aceleramos Karma benéfico al igual que Karma malo, desde luego, pero el hombre que no quiere confiar en su Karma pasado, ya sea para bien o para mal, no puede progresar muy rápidamente.


P. ¿El Karma que no ha sido consumido, permanece inherente en el ser en la forma de depósitos mentales?

R. Es impreso o quemado en su propia naturaleza imperecedera. Por eso decimos que un hombre trae sus propias condiciones con él, cualesquiera que puedan ser. ¿Cómo puede salir de su descanso en Devachán, o después de un manvántara, y seguir adelante con la evolución otra vez, si no había nada con qué continuar? Debe ser recordado que el Karma es causa, al igual que efecto.


P. ¿El ego comprende completamente la justicia de la reencarnación, y toma el trabajo gustosamente cuando retorna a la vida terrestre?

R. Ciertamente. Después de abandonar Devachán, y antes de renacer, el ego tiene una oportunidad por su propia naturaleza de percibir exactamente lo que necesariamente deben ser los resultados de la vida venidera. Entonces él se sumerge para llevarlo a cabo, a través de las condiciones en las cuales Karma lo ha puesto; él no las puede llevar a cabo desde la condición egoica. (…)


P. ¿Entonces, no está el destino conectado estrechamente con el Karma?

R. Depende como lo vea; esto es, si usted pone su dedo en el fuego, el "destino" es el de obtener una quemadura. El tiempo para haber decidido el destino estaba antes de que usted pusiera su dedo en el fuego. El único "destino" es aquel que resulta de nuestras propias decisiones.


P. ¿No comienza todo Karma en el plano mental, sin importar dónde se sientan los efectos?

R. El Karma comienza y es sentido en el plano Manásico, como es fácilmente visto al considerar que no importa lo que le suceda a alguien, físicamente o en cualquier otra forma, a menos que piense acerca de elllo, no habrá diferencia para él en cuanto a felicidad o infelicidad. Si es sentido del todo, entonces, el Karma comienza y termina en el plano Manásico, ahí está la razón para mantener la actitud correcta; viendo así que el Karma nos trae lo que necesitamos para remediar defectos en nuestra naturaleza y reforzar nuestros esfuerzos. Y son los esfuerzos los que cuentan. El éxito o el fracaso no tienen importancia, pero el esfuerzo permanece con nosotros, como parte de nosotros mismos; la energía puesta en el esfuerzo nunca nos abandona.


P. ¿No cambiamos nosotros el Karma de planos inferiores a planos superiores?

R. Nosotros no cambiamos al Karma, pero sí cambiamos nuestro pensamiento personal; esto es, obtenemos Karma en el lugar donde nos encontramos. No puede afectarnos en el lugar donde no estemos. Nosotros mismos somos las variantes, no las cosas que ocurren.


P. ¿No es el deber de un hombre el cumplir con las leyes de su país, ya sea que las apruebe o no? ¿No es ese deber, Karma?

R. Nacidos bajo esas leyes e impulsados por ellas, ya que son hechas de acuerdo con las ideas de nuestros semejantes, no deberíamos de preocuparnos más que de cumplir con nuestro deber hacia nuestros semejantes. ¿Por qué debemos reclamar una superioridad sobre nuestros semejantes, la cual no tenemos, ya que dependemos de ellos para nuestra propia existencia? Aún cuando ellos han determinado moverse en cierta dirección que no está de acuerdo con nuestro modo de pensar, y no podemos salir del tropel, sin embargo todo el tiempo cada uno puede ser el ser espiritual. Un soldado puede hacer todo lo que su superior le diga que haga, pero eso no puede prevenir que su pensamiento, voluntad y sentimiento trabajen en la dirección correcta, y así él tiene su oportunidad -una mucho mayor, tal vez, en la guerra de la él hubiera tenido en la paz, debido a las dificultades mismas que se le han presentado para conquistar. No importa si trabajamos en la guerra o en la paz, porque todas las cosas, si las miramos debidamente, trabajan por el bien y por la rectitud de aquellos que cumplen con la ley. La presente guerra nos ha arrojado fuera de nuestros profundos surcos de nuestra forma de pensar. Si por la destrucción de millones de hombres, otros millones son forzados a pensar como nunca antes habían pensado, si son obligados a sacrificarse para ver el uso y el beneficio del sacrificio, entonces se habrá ganado mucho para el mundo. Si es que también una nueva base es establecida, entonces aquellos que han muerto como vicarios expiatorios por nosotros, vendrán otra vez en un tiempo infinitamente más favorable como nunca antes había sido para la humanidad. No hay nada que se pierda; ningún trabajo es en vano.”


P. ¿No puede tener un individuo su propio Ciclo Dorado en este Kali Yuga?

R. Ciertamente sí, en este sentido: Todo el Karma bueno de las varias vidas del pasado pueden dar su fruto en una vida, entonces él tendrá un Ciclo Dorado para esa vida; pero una cantidad grande de Karma menos afortunado permanecerá sin consumirse, y en la siguiente vida puede traer una limpieza de todo lo que no había sido limpiado. Lo que parece ser bueno no siempre es bueno, sino que muy a menudo es malo. Si un hombre de posesiones, riqueza, cultura y todo lo que parece ser deseable en el mundo, usa todas esas ventajas para el mal de sus compañeros -los hombres, él sólo incrementa la miseria que él tiene que deshacer. En verdad, no debemos envidiar a esos hombres que están en puestos relevantes y que obtienen mucha ganancia del sistema que dirigen. Ellos están en la peor posición imaginable, y su turno tendrá que llegar. Nadie puede escapar de la Ley, sin haber servido a los demás con sus ganancias. (...)

(letra negrita y subrayado añadidos)


En la obra de Arnold Edwin “La Luz de Asia”, encontramos las siguientes palabras de Buda en cuanto al Karma:

la vida de cada hombre es el resultado de sus existencias anteriores; los errores pasados traen los disgustos y los sufrimientos, el bien pasado aporta la felicidad. Recogéis lo que sembrasteis. ¡Ved este campo! El sésamo fue sésamo y trigo el trigo. El silencio y la sombra lo saben, ¡así nace el destino del hombre! Viene a cosechar tanto sésamo o trigo como el que sembró en una existencia anterior, y tantas hierbas malas y venenosas que enferman a él y a la tierra dolorosa. Si trabaja bien, arrancándolas y plantando en su lugar semillas benéficas, el suelo será fecundo, hermoso y puro, y será rica la cosecha. Si el que vive, aprendiendo de dónde viene el dolor, lo sufre pacientemente, esforzándose en pagar las viejas deudas adquiridas por sus antiguas faltas, practicando siempre el Amor y la Verdad, sin causarle mal a nadie, purga completamente de mentira y de egoísmo su sangre, sufriendo todo con mansedumbre y no devolviendo sino perdones y bien para las ofensas; si a cada día se vuelve más compasivo, santo, justo, amable y sincero, y arranca el deseo de todos los lugares donde se aferra con raíces sangrientas, hasta que el amor de la vida termine; si obra así, a su muerte comienza una nueva existencia que es como la suma de su yo, una cuenta detenida de su existencia, cuyos males son muertos y pagados, y cuyo bien, reciente o lejano, está vivo y poderoso, de tal manera, que también recoge los frutos. Un hombre así no tiene necesidad de lo que llamamos vida; lo que ha comenzado en él es la eternidad; realizó su destino humano”.

 

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(1) De la obra “Respuestas a preguntas sobre el Océano de la Teosofía”, Robert Crosbie.

Recordemos que Crosbie fundó en 1909 la Logia Unida de Teósofos, gracias a la cual se impulsó la difusión de las obras íntegras e inalteradas de H. P. Blavatsky y W. Q. Judge, respecto de los que fue alumno directo.