Leemos en el Proemio del primer volumen de La Doctrina Secreta (1) acerca de las siete Estancias que se dan, que “Se refieren y describen las siete grandes etapas del proceso evolutivo, de que tratan los Purânas como las “Siete Creaciones”, y la Biblia como los “Días” de la Creación”.
La primera parte del libro, por lo tanto, se dedica a
comentar las siete estancias del libro secreto de Dzyan, dándonos una visión de
la Cosmogénesis que no se había plasmado anteriormente en lengua occidental.
Con carácter previo a tratar el inicio de la evolución
cósmica, hemos de volver a tratar una de las ideas principales de la Teosofía:
LO ABSOLUTO:
Partimos de la base “de que hay Una Realidad
Absoluta anterior a todo Ser manifestado y condicionado”; “un PRINCIPIO
Omnipresente, Eterno, Sin Límites e Inmutable, sobre el cual toda
especulación es imposible, porque trasciende el poder de la concepción humana”.
Se utiliza para ello el término sánscrito Sat, del que Blavatsky tuvo
que inventar su traducción como Seidad (Be-ness, en el original
inglés) significando el Ser Absoluto, la Realidad incondicionada, dejando claro
“que aquello que es manifestado no puede ser SAT, sino algo fenomenal no
eterno, ni aun, en verdad, sempiterno”, o dicho de otra forma: “todo lo que
está fuera del absoluto e inmutable Sat, o la Ser-idad, es necesariamente
finito y condicionado, ya que tiene un comienzo y fin”. “El Absoluto es
incondicional. Sólo aquello que es finito y diferenciado puede tener algún
atributo o algo semejante”.
Solo lo que es finito y diferenciado puede tener algún atributo, por lo que el Absoluto no puede tenerlos, aunque sí se exponen aspectos a la hora de intentar su explicación, como más adelante veremos. Ya se nos adelanta en el Proemio que “el Espíritu (o Conciencia) y la Materia, sin embargo, deben ser considerados no como realidades independientes, sino como los dos símbolos o aspectos de lo Absoluto (Parabrahm), que constituyen la base del Ser condicionado, ya sea subjetivo, ya objetivo”. Nos quedamos aquí con dos ideas fundamentales para el resto de la exposición:
-LO ABSOLUTO:
Espíritu (Conciencia) y Materia.
Una vez podemos comprender que el Absoluto se presenta con
dos aspectos, Parabrahmam y Mulaprakriti, H. P. B. menciona
Su emanación
manvantárica, periódica, o irradiación primaria,
Respecto de la que también hace constar que es Una, andrógina,
y en su aspecto fenomenal, finita. Cuando la irradiación irradia a su vez,
todas sus irradiaciones son también andróginas, convirtiéndose en los
principios masculino y femenino en sus aspectos inferiores. Después de un
Pralaya, ya sea el mayor, ya el menor (este último dejando a los mundos en
statu quo) lo primero que despierta a la vida activa es el plástico A'kâśa, el
Padre-Madre, el Espíritu y el Alma del Éter, o sea, el Plano del Círculo.
El Espacio es llamado la
Madre, antes de su actividad cósmica, y el Padre-Madre en la primera etapa de
su despertar.
La anterior cita, de la página 18 de La Doctrina Secreta,
Vol. I avanza el inicio de lo que se explica con mucho más detalle a lo largo
del libro, el desenvolvimiento desde el Todo del Kosmos.
En una nota al pie de página (página 10) se nos dice:
El espacio, sin embargo, considerado como una “Unidad
Substancial” (la Fuente viviente de la Vida), es, como la causa sin Causa
Desconocida, el más antiguo dogma del Ocultismo, millares de años más antiguo
que el Pater-Æther de los griegos y latinos. Así son la “Fuerza y la Materia,
como Potencias del Espacio, inseparables y reveladoras incógnitas de lo
Desconocido”.
“¿Qué es lo que fue, es y será, ya haya Universo o no, ya existan
dioses o no existan?”—pregunta el Catecismo esotérico Senzar–.
Y la contestación es —ESPACIO”.
La palabra “Logos”, usada en textos teosóficos, así como por
otros filósofos antiguos a lo largo de la historia, es un concepto muchas veces
difícil de entender y al que se le aplican múltiples sinónimos, dependiendo de
la filosofía o religión en la que nos basemos o los distintos momentos que
queramos expresar, principalmente al tratar el tema de la cosmogénesis.
Veremos, por tanto, a qué se le denomina el primer Logos; al respecto nos
encontramos en una nota a pie de página (pág. 14) lo siguiente:
Lo “primero” no puede ser lo Absoluto, porque es una
manifestación. Así pues, el Ocultismo oriental llama al Todo Abstracto la
“Causa Una sin Causa”, la “Raíz sin Raíz”, y aplica el nombre PRIMERA CAUSA al
Logos, en el sentido que Platón da a esta palabra.
Se insiste en la idea de que lo Absoluto no puede ser una
manifestación, sino “la Raíz sin Raíz” de todo. Es inútil especular sobre ese
concepto del Absoluto, ya que si lo hacemos no vamos a avanzar en nuestra
comprensión (lo que no quita que lo intentemos); en palabras de H.P.B., el ser
humano es “incapaz de formar un solo concepto, a no ser relativo a fenómenos
empíricos, es impotente, a causa de la constitución misma de su ser, para
levantar el velo que cubre la majestad de lo Absoluto. Sólo el Espíritu en
libertad es capaz de comprender, aunque de un modo vago, la naturaleza de su
propio origen, al cual debe volver eventualmente”.
En consecuencia, nos centramos ahora en la primera radiación o emanación del Absoluto,
que se trata en
LA PRIMERA ESTANCIA
En la que se describe el estado del TODO UNO durante el
Pralaya, antes del primer movimiento del despertar de la Manifestación.
Primera Estancia, primera Sloka:
1. “EL ETERNO PADRE (el Espacio), ENVUELTO EN SUS SIEMPRE
INVISIBLES VESTIDURAS, HABÍA DORMITADO UNA VEZ MAS DURANTE SIETE ETERNIDADES”.
A continuación, vamos a avanzar un poco más sobre el comentario
de esta primera sloka, y para ello intercalamos preguntas y respuestas que se
fueron dando por H. P. Blavatsky y resto de asistentes a las reuniones de la Logia
Blavatsky en el año 1889, en Londres (2), al tratar el tema que nos ocupa.
En la primera reunión, del 10 de enero de 1889, por el Sr.
B. Keightley se pregunta: “¿por qué al Eterno Padre, o Espacio, se le llama
aquí en femenino?”.
Antes de pasar a las explicaciones de H.P.B., hemos de
aclarar que en la edición original en inglés se dice “The Eternal Parent
wrapped in he rever invisible robes…”, indicando al respecto Martín
Leiderman (2) que, aunque las palabras the y Parent son neutros, her
es femenino, si bien en la edición castellana se tradujo como “El Eterno
Padre…”. Indica que su consejo es traducir la palabra “Parent” como Pariente,
“añadiendo una nota del editor sobre el carácter femenino”, o traducirla como
Madre, “La Eterna Madre”. Por su parte, el traductor Nicolás Orellana, entiende
que sería mejor designarla como “Progenitora”, “Matriz”, o “Madre-Espacio”,
para dejar menos lugar a ambigüedades. A continuación, la respuesta de H.P.B.:
Señora Blavatsky: Quizás sea un error hacerlo. Pero ya que
es imposible definir Parabrahman, o aquello que está más allá de la concepción
humana, entonces, una vez que hablamos de ese primer algo que puede ser
concebido, es mejor que digamos «Ella». En todas las cosmogonías es la diosa y
diosas las que hacen llegar primero, la primera convirtiéndose en la madre
inmaculada a partir de la cual proceden todos los dioses. Nosotros
tenemos que adoptar uno u otro género, ya que no podemos decir ELLO. De ELLO
nada puede proceder, estrictamente hablando, ni una radiación ni una
emanación.
Sr. B. Keightley: ¿Entonces ELLO no es el Eterno Padre-Madre
de siete pieles en esta stanza?
Señora Blavatsky: Desde luego que no. ELLO es lo que está
más allá, lo meta, el Parabrahman. Esto
es el aspecto femenino de Brahmâ, el masculino.
Sr. B. Keightley: ¿Y esto es de lo que se habla en el
Proemio leo como el «Padre-Madre de siete pieles»?
Señora Blavatsky: Sí, se
convierte en eso en el primer
aleteo de diferenciación. Entonces lo subjetivo procede a emanar -o cae en
lo objetivo y se convierte en lo que ellos llaman la Diosa Madre, de la que
procede el Logos o Dios Padre, el inmanifestado. Porque el Logos
manifestado es por otra cosa bastante diferente y es llamado el «Hijo» en toda
cosmogonía.
Sr. B. Keightley: ¿Es la primera diferenciación del ELLO
absoluto siempre femenina?
Señora Blavatsky: Es asexual; pero el aspecto femenino es el primero que
asume. Tomen la cábala judía. Tienen «Ain-Soph» que también es ELLO,
lo infinito, lo eterno, lo ilimitado, los adjetivos usados en conjunción con
ELLO son negativos de cualquier tipo de atributo. De ELLO lo negativo, el cero,
0, procede el número Uno, el positivo que es Sephira o la Corona. Los
talmudistas dicen que es la «Torah», la ley, que ellos llaman la esposa de
«Ain-Soph». Ahora vean la cosmogonía hindú. Allí encuentran que Parabrahman no
es mencionado; sino solamente Mûlaprakriti: Allí está Parabrahman y allí
está Mûlaprakriti, que posteriormente es el revestimiento, por así decirlo, o
el aspecto de Parabrahman en el universo invisible, Mûlaprakriti significa la «raíz» de la materia, pero Parabrahman no
puede ser llamado la «raíz», porque es la raíz sin raíz de todo lo que es. Por lo tanto, deben comenzar con Mulaprakriti, el velo de
Brahman como lo llaman. Toma cualquier cosmogonía en el mundo:
Siempre encontrarán que comienza así; la primera manifestación es la Diosa
Madre, el reflejo, la raíz del primer plano de substancia. De, o más bien en la Diosa Madre,
forma el Logos inmanifestado su hijo y esposo a la vez, ya que a él se
le llama Padre Oculto; y a partir de estos dos el Logos manifestado el cual es
el propio Hijo -el Arquitecto de todo el universo visible.
Más adelante, añade:
Señora Blavatsky: Recuerde que yo no hablo del período que
precede a lo que ellos llaman en lenguaje común «Creación». Yo hablo sobre el
tiempo después que la materia estuviera diferenciada, pero antes que comenzara
a asumir forma. Yo digo en La Doctrina
Secreta que no toco lo que era prenatal -si pueden decir esto del Kosmos.
No toco esto de ninguna manera. Padre-Madre simplemente significa aquí la
sustancia primitiva diferenciada, protyle, cuando comienza a diferenciarse y se
hace positiva y negativa, el activo y pasivo, y el Hijo, la producción de los
dos, es el Hijo del Universo, es decir, de las formas universales.
Incluimos también en este punto algunas preguntas y
respuestas de la tercera reunión de la Logia Blavatsky, del 24 de enero de 1889:
Sr. A. Keightley: Muy bien, entonces, tiene su primera
diferenciación, y postula que debe tener una causa, la primera gran causa, el
Absoluto.
Señora Blavatsky: No, se lo pido por favor. La gran Primera
Causa no es el Absoluto, nunca lo llamen de esa manera; la gran Primera
Causa es la primera radiación o emanación inconsciente. Llámenla como
quieran, conocen mejor el inglés que yo. Eso que periódicamente se manifiesta a
sí mismo como luz [tachado: Su deleite].
Sr. B. Keightley: El Logos
inmanifestado, en verdad.
Señora Blavatsky: Sí, el Logos inmanifestado, si quiere,
pero nunca Parabrahman. Es la causa sin causa de todo, y la Absolutez no puede
ser una causa. Esta es la gran dificultad.
Sr. A. Keightley: A lo que estoy yendo es a esto; que usted
vuelve a su Logos inmanifestado, y detrás de esto, cualquier atributo que elija
aplicar, tiene Parabrahman.
Sr. B. Keightley: Como la raíz.
Señora Blavatsky: Miren aquí, si quieren tener la teoría
vedantina, está Parabrahman y Mûlaprakriti. Son lo mismo; sólo que
Mûlaprakriti es un atributo -materia primordial, indiferenciada. Nosotros
podemos concebir tal cosa, sabiendo que existe esa cosa, si tomamos algunos
límites de espacio o tamaño; pero no podemos concebir algo que esté más allá de
esa materia, es decir, que ni siquiera es espíritu, que es meta espíritu, y es
algo inconcebible para el intelecto humano, y que solo podemos sentirlo en nuestras
concepciones. No podemos ponerlo en palabras definidas. Esta es la idea que
quiero que entiendan bien. Ahora, el Sr. Gardner pensó que Parabrahman fue
algo; Parabrahman no es nada. Nada de nada, es Ain-Soph, el Infinito. No es una
cosa que es todo y nada, porque es Ser-idad, y no no-ser. Ahora traten de
entender esto filosóficamente.
Sr. Kingsland: Pero aun es la Primera Causa, ¿verdad?
Señora Blavatsky: Es la raíz de todo, la causa sin causa, la
raíz de todo. Y la Primer Causa, el Logos inmanifestado, es aquello que será
la causa de todo en el universo.
Sr. Kingsland: Usted no usa el término «sin causa» en el
sentido de una-causa-que-no-es-una-causa de nada, pero lo usa en el sentido de
una causa que no tiene una causa detrás de ella.
Señora Blavatsky: Es una potencialidad universal de lo que
será una potencia. Es decir, ¿hay una diferencia en la lengua inglesa entre
potencialidad y potencia?
Señora Blavatsky: Ellos la llaman la raíz sin raíz; es
decir, no tiene raíz porque es la causalidad misma -la causación.
Kingsland: No tiene raíz, pero es la raíz de todo.
Señora Blavatsky: Es la base espiritual de toda causa, lo
que Mulaprakriti ciertamente no es. Ellos dicen que Âkâza sólo tiene un
atributo, y es el sonido, en el Vishnu-Purana. ¿Qué es el sonido? Es el Logos,
es decir, la representación sensorial de algo. Verán, es muy difícil para mí
decirlo. Hablo inglés como una vaca española, por lo cual me disculpo, pero no
puedo hablar mejor, aunque intento explicarlo tan bien como pueda.
Sr. A. Keightley: (b) «Si este deseo es atribuido al Logos,
sólo puede existir subsecuentemente a la aparición del Logos».
Señora Blavatsky: Yo digo que ningún deseo es
atribuido al primer Logos. Es lo que les dije antes.
Seguimos con más preguntas y respuestas de la primera
reunión:
“El Presidente: Entonces, el primer Logos es el primer punto
dentro del círculo.
Señora Blavatsky: El primer punto, porque está el círculo, el círculo que no tiene ni límites ni fronteras, ni tampoco puede tener un nombre ni atributos, ni nada, y este punto que es puesto allí, es el Logos inmanifestado. Éste es simultáneo con esa línea que se traza a través del diámetro. La primera línea es el Padre-Madre y luego viene de ese Padre-Madre el segundo Logos, es decir, la palabra manifestada. Por ejemplo, en las Purânas hindúes, se dice (y los orientalistas han dicho mucho sobre esto también) que la primera producción de Âkâza es el sonido. Ahora bien, Âkâza es sólo lo que allí se llama la Madre o el Padre-Madre (llámenlo como quieran), y el sonido significa allí simplemente la palabra o una expresión del pensamiento indecible; y es el Logos, aquello que los griegos y platónicos llamaron el Logos, y es justamente eso que es el sonido y que hizo que el Dr. Wilson y muchos otros orientalistas digan: «¡Qué locos son estos hindúes!». Ellos hablan de Âkâza, que es, según lo que mostramos, Caos, y de este Caos ellos hacen que surja el sonido. Esto significa justamente eso, que fue adoptado subsecuentemente por San Juan, el Evangelista, quien habla sobre el Logos, diciendo justamente lo mismo con otras palabras”.
Lo que sigue son extractos de la quinta reunión de la Logia Blavatsky, de 7 de febrero de 1889:
Sr. A.
Keightley: Sloka 3, stanza 2. «La hora aún no había llegado; el rayo aún
no había destellado en el Germen; la Mâtripadma aún no se había henchido». «El
rayo de la Oscuridad Eterna se convierte, a medida que se emite, en un rayo de
vida o luz refulgente, y destella en el Germen» -el punto en el Huevo Mundano,
representado por materia en su sentido abstracto». [Pregunta] 1: ¿El punto en
el Huevo Mundano, es el mismo que el punto en el círculo -el Logos
inmanifestado?
Señora Blavatsky: Nunca; el punto en el círculo es lo que
llamamos el Logos inmanifestado. El Logos manifestado es el triángulo, y lo
he dicho muchas veces. ¿Pitágoras no habla de la nunca manifestada Mónada que
vive en soledad y oscuridad, que cuando la hora suena, irradia el número 1?
Este número 1, descendiendo, produce el número 2, y el número 2, el número 3,
el 3 forma un triángulo, la primera figura geométrica completa en el mundo de
la forma. El triángulo es el punto en el Huevo Mundano, y que, después de
gestar, comienza desde el huevo y forma un triángulo y no el punto en el
círculo, porque el punto en el círculo es el Logos inmanifestado.
Sr. A. Keightley: 2: «¿Qué significa la Oscuridad Eterna, en
el sentido usado aquí?».
Señora Blavatsky: La Oscuridad Eterna significa el siempre
desconocido misterio, incluso detrás del velo del Logos.
Sr. A. Keightley: Parabrahman, de hecho.
Señora Blavatsky: Parabrahman; incluso el Logos sólo
puede ver Mûlaprakriti. No puede ver aquello que está más allá del velo; es
decir la «Oscuridad-Siempre-Desconocida».
Sr. A. Keightley: Entonces, ¿qué es el rayo, en esta
relación?
Señora Blavatsky: El plano del círculo cuya cara está
vacía y cuyo punto en el círculo es blanco; pero blanco figurativamente, porque
en realidad no tiene color. La primera concepción posible en nuestras
mentes del Logos invisible. El rayo de la Oscuridad Eterna destella
periódicamente de su punto central a través del germen. El rayo se retira de
regreso al punto central y el Germen crece hacia el segundo Logos, el triángulo
dentro del Huevo Mundano. Si aún no lo entienden, simplemente háganme cualquier
pregunta, y yo intentaré contestarla.
…
Sr. B. Keightley: Porque el Huevo Mundano parece ser
realmente la tercera fase. En todo caso, mínimo la tercera.
Señora Blavatsky: La primera fase es cuando el punto
aparece dentro del círculo oscuro, dentro de la oscuridad desconocida.
El Presidente: ¿Puedo interrumpirla por un momento -ese
punto es el Logos inmanifestado?
Señora Blavatsky: Sí. La segunda fase es cuando, desde
ese punto blanco, procede el rayo que es lanzado y produce el primer punto,
que en el Zohar se le llama Kether o Sephira, luego produce Chokmah y Binah, el
primer triángulo, que es el Logos manifestado. Y, sin embargo, a
partir de este Logos manifestado derivarán los siete rayos, que en el Zohar
se les llaman los Sephiroth, y que en nuestro sistema se les llaman, bien, los
Siete Primordiales, a partir de los cuales procederán innumerables series de
jerarquías. Ellos simplifican el hecho y simplemente toman los cuatro
planos y los mundos y así sucesivamente. Esto es todo. Esto no explica
nada.
Todo lo aquí expuesto no es más que una pequeña recopilación
de citas que puede ayudar a guiar el inicio del estudio de las ideas que se
exponen, principalmente sobre el Absoluto, y el re-despertar tras el pralaya iniciando
por el Logos inmanifestado. Entendemos que no basta leer las explicaciones y
que se trata más bien de meditar y asimilar las ideas que se pretenden explicar,
teniendo en cuenta que en ocasiones nos encontramos con exposiciones que
parecen contradecirse o mismos términos aplicados a momentos o aspectos
diferentes, en la mayoría de las ocasiones haciéndose uso de lenguaje simbólico,
lo que incrementa su dificultad.
(1) Todas las citas empleadas son de La Doctrina Secreta, volumen
I y de Comentarios a La Doctrina Secreta: Los Informes no publicados de
la Logia Blavatsky.
(2) Se utiliza la traducción al español de la editorial Dagon, obra Comentarios
a La Doctrina Secreta: Los Informes no publicados de la Logia Blavatsky de 1889.
Segunda impresión, diciembre de 2020.