CONTENIDO:
1.
Origen de la “Sabiduría acumulada de las
Edades”.
2.
La Ley fundamental: el PRINCIPIO SUBSTANCIAL.
3.
El Universo como la manifestación periódica de
esta Esencia Absoluta.
4.
El Universo, con todo lo que contiene, es
llamado MAYA, porque todo en él es temporal.
5.
Consciencia específica de cada una de las cosas
del Universo. No existe la materia “muerta” o “ciega”, ni Ley “ciega” o
“inconsciente”.
6.
“Como es arriba es abajo”.
(1.) La Doctrina Secreta es la Sabiduría acumulada de las
Edades, y solamente su cosmogonía es el más asombroso y acabado de los
sistemas, aun velado como se encuentra en el exoterismo de los Purânas. Pero
tal es el poder misterioso del simbolismo oculto, que los hechos que han ocupado
a generaciones innumerables de videntes y profetas iniciados para ordenarlos,
consignarlos y explicarlos al través de las intrincadas series del progreso
evolucionario, se hallan todos registrados en unas pocas páginas de signos
geométricos y símbolos. La contemplación luminosa de aquellos videntes ha
penetrado en el centro mismo de la materia, y ha analizado el alma de las
cosas, allí donde un profano ordinario, por sabio que fuese, tan sólo hubiera
percibido la actuación externa de la forma. Pero la ciencia actual no cree en
el “alma de las cosas”, y por lo tanto, desechará todo el sistema de la antigua
cosmogonía. Inútil es decir que el sistema en cuestión no es fantasía de uno o
de varios individuos aislados; que es el archivo no interrumpido durante millares
de generaciones de Videntes, cuyas experiencias respectivas se llevaban a
efecto para comprobar y verificar las tradiciones, transmitidas oralmente de
una raza antigua a otra, acerca de las enseñanzas de los seres superiores y más
exaltados que velaron sobre la infancia de la Humanidad; que durante largas
edades, los “Hombres Sabios” de la Quinta Raza, pertenecientes a los restos
salvados y librados del último cataclismo y alteraciones de los continentes,
pasaron sus vidas aprendiendo, no enseñando. ¿Cómo lo hacían? Se contesta: comprobando,
examinando y verificando en cada uno de los departamentos de la naturaleza las
antiguas tradiciones, por medio de las visiones independientes de los grandes
adeptos; esto es, de los hombres que han
perfeccionado hasta el mayor grado posible sus organizaciones físicas,
mentales, psíquicas y espirituales. No era aceptada la visión de
ningún adepto hasta ser confrontada y comprobada por las visiones de otros
adeptos, obtenidas de modo que se presentasen como evidencia independiente y
por siglos de experiencia.
(…) la Ciencia oculta, que ha sobrevivido hasta de la gran
Inundación que sumergió a los gigantes antediluvianos, y con ellos hasta su
memoria misma (salvo los anales reservados en la Doctrina Secreta, la Biblia y
otras Escrituras), aún conserva la Clave de todos los problemas del mundo.
(2.) La Ley fundamental en ese sistema, el punto central del
que todo ha surgido alrededor y hacia el cual todo gravita, y del que depende
toda su filosofía, es el PRINCIPIO SUBSTANCIAL Uno, homogéneo y divino, la
causa radical única.
Es llamado “Principio Substancial”, porque se convierte en
“substancia” en el estado del Universo manifestado: una ilusión, mientras
continúa siendo un “Principio” en el ESPACIO visible e invisible, sin comienzo
ni fin, abstracto. Es la Realidad omnipresente; impersonal, porque lo
contiene todo y cada una de las cosas. Su impersonalidad es el concepto
fundamental del sistema. Está latente en todos los átomos del Universo, y es el
Universo mismo.
(3.) El Universo es la manifestación periódica de esta
Esencia Absoluta y desconocida. Llamarla “esencia” es, sin embargo,
pecar contra el espíritu mismo de la filosofía. Porque, aunque el nombre pueda
ser derivación en este caso del verbo esse, “ser”, no obstante no puede
identificarse con un “ser” de ninguna especie concebible por la humana
inteligencia. Descríbese mejor AQUELLO como no siendo Espíritu ni materia, sino
ambas cosas a la vez. Parabrahmam y Mulaprakriti son Uno en realidad, si
bien dos en el concepto Universal del manifestado, hasta en el concepto del
Logos Uno, la primera manifestación, al cual (como demuestra el sabio autor de
las “Notas acerca del Bhagavadgita), AQUELLO aparece desde el punto de vista
objetivo, del Logos Único como Mulaprakriti, y no como Parabrahmam; como su
velo, y no como la REALIDAD Una oculta tras del mismo, la cual es
incondicionada y absoluta.
(4.) El Universo, con cada una de las cosas que contiene,
es llamado MAYA, porque todo en él es temporal, desde la vida efímera de
una mosca de fuego, hasta la del Sol. Comparado con la eterna inmutabilidad del
UNO, y con la inmutabilidad de aquel Principio, el Universo, con sus formas
efímeras en cambio perpetuo, no debe ser necesariamente, para la inteligencia
de un filósofo, más que un fuego fatuo. Sin embargo, el Universo es lo
suficientemente real para los seres conscientes que en él residen, los cuales
son tan ilusorios como lo es él mismo.
(5.) Cada una de las cosas en el Universo, al través de
todos sus reinos, es consciente; esto es, se halla dotada de una conciencia
de su especie propia y en su propio plano de percepción. Debemos tener presente
que sólo porque nosotros no percibamos señal alguna de conciencia en las
piedras, por ejemplo, no por eso tenemos derecho para decir que ninguna conciencia
existe allí. No existe semejante cosa como materia “muerta” o “ciega”, como
tampoco existe ninguna Ley “ciega” o “inconsciente”. Tales ideas no encuentran
lugar alguno entre los conceptos de la filosofía Oculta. Ésta jamás se detiene
ante apariencias superficiales, y para ella poseen más realidad las esencias
noumenales que sus contrapartes objetivas; pareciéndose en esto a los
nominalistas de la Edad Media, para quienes los universales eran las
realidades, y los particulares existían tan sólo de nombre y en la imaginación
humana.
La Naturaleza, tomada en su sentido abstracto, no puede ser
“inconsciente”; pues es la emanación de la Conciencia ABSOLUTA, y por tanto, un
aspecto suyo en el plano de la manifestación. ¿Dónde está el atrevido que
niegue a la vegetación y aun a los minerales una conciencia propia especial?
Todo cuanto puede decir es que esta conciencia se halla más allá de los límites
de su comprensión.
(6.) El universo es elaborado y dirigido de dentro
afuera. Tal como es arriba es abajo, así en los cielos como en la tierra; y
el hombre, el microcosmo y la copia en miniatura del macrocosmo, es el
testimonio viviente de esta Ley Universal y de su manera de obrar. Vemos que
cada movimiento externo, acción, gesto, sea voluntario o mecánico, orgánico o
mental, es precedido y producido por un sentimiento o emoción internos, por la
voluntad o volición, y por el pensamiento o mente. Pues ningún movimiento o
cambio exterior, cuando es normal, en el cuerpo externo del hombre, puede tener
lugar a menos que sea provocado por un impulso interno, comunicado por una de
las tres funciones citadas; y lo mismo sucede con el Universo externo o
manifestado. Todo el Kosmos es dirigido, vigilado y animado por series casi
interminables de Jerarquías de Seres sencientes, teniendo cada uno de ellos una
misión que cumplir, y quienes (ya se les llame por un nombre o por otro,
Dhyan-Chohans o Ángeles) son “mensajeros” en el sentido tan sólo de ser agentes
de las LEYES Kármicas y Cósmicas. Varían hasta el infinito en sus grados
respectivos de conciencia y de inteligencia; y el llamarlos a todos Espíritus
puros, sin mezcla alguna terrena, “sobre la que el tiempo hará presa algún
día”, es tan sólo tomarse una licencia poética. Pues cada uno de estos Seres, o
bien fue o se prepara para convertirse en un hombre, si no en el presente ciclo
(Manvantara), en uno de los pasados o en uno de los futuros.
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La Doctrina
Secreta, Volumen I,
por H. P. Blavatsky, págs. 272-276, 341 y nota al pie de la página 277, ed. original.