Publicado en "The Path", Vol. II, de marzo de 1893, págs. 366–369, con el título original "Aphorisms on Karma":
"Los siguientes aforismos, entre otros aún no dados a conocer, me fueron entregados por mis maestros, entre los cuales se encuentra H. P. Blavatsky. Algunos por escrito, otros comunicados de alguna otra manera. Fueron presentados ante mí como provenientes de manuscritos aún inaccesibles para el público en general. Cada uno fue sometido a mi razonamiento y juicio; y así como, después de una seria consideración, ellos obtuvieron la aprobación por sí mismos ante mi razón, sin que mediara ninguna autoridad, del mismo modo espero que obtengan la aprobación de aquellos de mis compañeros de trabajo para quienes ahora los publico.
William Q. Judge.
AFORISMOS:
(1) No hay Karma a menos que exista un ser que lo cree o sienta sus efectos.
(2) Karma es el ajuste de los efectos que fluyen de las causas, durante el cual, el ser sobre y a través de quien éste se efectúa, experimenta dolor o placer.
(3) Karma es una tendencia constante e infalible en el Universo a restaurar el equilibrio, operando incesantemente.
(4) El aparente cese de esta restauración del equilibrio, es debido al necesario ajuste de un disturbio en algún otro punto, lugar o foco, solo visible para el Yogui, el Sabio o el Vidente perfecto: por lo tanto no existe un cese, sino más bien un velo en la visión.
(5) El Karma opera en todas las cosas y en todos los seres, desde el más diminuto átomo concebible, hasta Brahma. Procediendo en los tres mundos de hombres, dioses y de seres elementales; no existe ningún punto en el universo manifestado que esté fuera de su alcance.
(6) Karma no está sujeto al tiempo, de modo que, aquel que conoce cuál es la última división del tiempo en este Universo, conoce el Karma.
(7) Para todos los demás hombres el Karma es, en su naturaleza esencial, desconocido e incognoscible.
(8) Sin embargo, su acción puede ser conocida por el cálculo de la causa al efecto; dicho cálculo es posible debido a que el efecto está envuelto en la causa y no es posterior a esta última.
(9) El Karma de esta tierra es la combinación de los actos y pensamientos de todos los seres de todos los grados, los cuales estuvieron envueltos en el Manvántara precedente o corriente evolucionaria, desde la que fluye la nuestra.
(10) Y como esos seres incluyen a Señores de Poder y Hombres Santos, así como a débiles y malvados, el período de duración de la tierra es mayor que la de cualquier entidad o raza sobre ella.
(11) Dado que el Karma de esta tierra y de sus razas comenzó en un pasado muy lejano como para ser alcanzado por la mente humana, una indagación en cuanto a sus orígenes es infructuosa e inútil.
(12) Las causas Kármicas ya puestas en movimiento deben ser dejadas a su propio impulso hasta ser agotadas, pero esto no le da lugar al hombre a negarse a ayudar a sus semejantes o a todo ser sensible.
(13) Los efectos pueden ser contrarrestados o mitigados por los pensamientos y actos de uno mismo o de otros, y entonces los efectos resultantes representan la combinación e interacción del número total de las causas implicadas en producir estos efectos.
(14) Karma no puede actuar en la vida de mundos, razas, naciones e individuos, a menos que haya un instrumento apropiado provisto para su acción.
(15) Y hasta que dicho instrumento apropiado sea encontrado, ese Karma relativo a él permanece en suspenso.
(16) Mientras que un hombre está experimentando Karma en el instrumento provisto, su otro Karma en suspenso no es agotado por otro ser u otro medio, sino que es mantenido en reserva para una futura operación; el lapso de tiempo durante el cual no se siente ninguna intervención de ese Karma, no causa desgaste en su fuerza ni cambio en su naturaleza.
(17) Lo apropiado de un instrumento para la operación del Karma, consiste en la exacta conexión y relación del Karma con el cuerpo, la mente y la naturaleza intelectual y psíquica adquiridos para su uso por el Ego en alguna vida.
(18) Todo instrumento utilizado por algún Ego en alguna vida es apropiado para el Karma que opera a través de él.
(19) Pueden ocurrir cambios en el instrumento durante una vida y así hacer a éste apropiado para una nueva clase de Karma, y esto puede darse de dos maneras: (a) por medio de la intensidad del pensamiento y el poder de un juramento, y (b) por medio de alteraciones naturales debidas al completo agotamiento de viejas causas.
(20) Como el cuerpo, la mente y el alma tienen un poder de acción independiente cada uno de los otros dos, cualquiera de ellos puede agotar, independientemente, alguna causa Kármica de forma más cercana o más remota al momento inicial, que aquellas operando a través de los otros canales.
(21) Karma es tanto misericordioso como justo. Misericordia y Justicia solo son polos opuestos de la única totalidad; no es posible la Misericordia sin Justicia en las operaciones de Karma. Aquello que el hombre llama Misericordia y Justicia es defectuoso, erróneo e impuro.
(22) El Karma puede ser de tres clases: (a) el actual, operando en esta vida a través de los instrumentos apropiados; (b) aquel que está siendo originado y guardado para ser agotado en el futuro; (c) el Karma retenido de las pasadas vidas no operando aún debido al carácter inapropiado del instrumento que está en uso por el Ego, o por la fuerza operante del actual Karma.
(23) Tres son los campos de operación utilizados en cada ser por el Karma: (a) el cuerpo y las condiciones; (b) la mente e intelecto; (c) los planos psíquico y astral.
(24) El Karma retenido y el Karma presente, pueden cada uno o ambos, operar en los tres campos de operación del Karma a la vez o puede operar al mismo tiempo en cualquiera de esos campos una clase diferente de Karma a aquel usado por los otros.
(25) El nacimiento en una determinada clase de cuerpo y la obtención de los frutos de alguna clase de Karma, se deben a la preponderancia de la línea de tendencia Kármica.
(26) La influencia de la tendencia Kármica repercutirá en la encarnación de un Ego, o familia de Egos, al menos por tres vidas, mientras no se adopten medidas de represión, eliminación o de neutralización.
(27) Las medidas adoptadas por un Ego para reprimir una tendencia, eliminar defectos y contrarrestar por medio de la creación de causas diferentes, alterarán la influencia de la tendencia Kármica y reducirán su influencia de acuerdo con la fortaleza o debilidad de los esfuerzos empleados al implementar las medidas adoptadas.
(28) Ningún ser humano a excepción de un sabio o verdadero vidente, puede juzgar el Karma de otro. Por lo tanto, mientras que cada uno recibe lo que le corresponde, las apariencias pueden ser engañosas, y nacer en la pobreza o con alguna dura prueba, puede no ser necesariamente el castigo por mal Karma, dado que los Egos encarnan continuamente en ambientes pobres en los que experimentan dificultades y pruebas las cuales son para disciplinar al Ego dándole como resultado fortaleza, templanza y compasión.
(29) El Karma racial influencia a cada uno por medio de la ley de Distribución. El Karma nacional opera sobre los individuos de esa nación por acción de la misma ley, pero más concentrada. El Karma familiar gobierna solo en naciones donde las familias se han mantenido puras y diferenciadas; porque en una nación donde hay una mezcla de familia, como sucede en cada período de Kaliyuga, el Karma familiar es generalmente distribuido sobre una nación. Pero incluso en tales periodos, algunos grupos familiares permanecen coherentes por largo tiempo, y entonces sus miembros sienten la influencia del Karma familiar. La palabra “familia” puede contener a varias familias más pequeñas.
(30) El Karma opera, por la concatenación a través del plano mental y el astral del ser, para producir cataclismos en la naturaleza. Un cataclismo puede ser atribuido a una causa física inmediata tal como los fuegos internos o un disturbio atmosférico. Pero a su vez éstos han sido provocados por otros disturbios creados por el poder dinámico del pensamiento humano.
(31) Los Egos que no tienen ninguna conexión Kármica con la porción del globo donde un cataclismo está por comenzar, son separados de esta operación de dos maneras: (a) por un rechazo que actúa en su naturaleza interna, y (b) siendo llamado y advertido por aquellos que vigilan el progreso del mundo".
La traducción publicada fue realizada por integrantes del Centro de Estudios de la Teosofía Original en Argentina.
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En cuanto al término EGO, explicó lo siguiente H.P.B. en su obra "El Glosario Teosófico":
-Ego (Lat.) – “Yo”; la conciencia en el hombre de “Yo soy Yo”, o sea el sentimiento de la cualidad o condición dé “Yo soy”. La filosofía esotérica enseña la existencia de dos Egos en el hombre, el mortal o personal, y el superior, divino e impersonal. Al primero le llama “Personalidad”, y al segundo “Individualidad”.
"... lo que llamamos el Ego reencarnante, Manas, Platón lo llama Espíritu, Noûs...", expuso también H.P.B., esta vez en "La Clave de la Teosofía".