31 marzo 2023

Origen y significados de la Pascua

 

“… Las procesiones fúnebres eran seguidas de un ayuno, y más tarde de regocijos; porque después del ayuno se consideraba a Adonis–Tammuz como resucitado de entre los muertos…”

 

El término Pascua (en inglés Easter) (1), viene evidentemente de Ostara, la diosa escandinava de la primavera. Era el símbolo de la resurrección de toda la Naturaleza, y era adorada al principio de la estación florida. Era costumbre entre los paganos escandinavos antiguos, en dicha época del año, cambiar entre sí huevos de colores, llamados “huevos de Ostara”, que han venido a ser los actuales “huevos de Pascua”. Según se expresa en la obra Asgard y los Dioses (2), “el cristianismo dio otro significado a esta antigua costumbre, relacionándola con la fiesta de la Resurrección del Salvador, el cual, como la vida latente en el huevo, durmió en el sepulcro durante tres días antes de que despertara a la nueva vida”. Esto era lo más natural, puesto que Cristo estaba identificado con aquel mismo Sol de la primavera que se despierta en toda su gloria después de la lúgubre y prolongada muerte del invierno.

En cuanto a los Huevos de Pascua, destacar que, desde los tiempos primitivos, los huevos eran simbólicos. Estaba el llamado “Huevo mundano”, en el cual estuvo contenido Brahmâ durante la gestación, llamado por los hindúes Hiranyagarbha, y el Huevo mundano de los egipcios, que procede de la boca de la “Deidad increada y eterna”, Knef, y que es emblema del poder creador. Había luego el Huevo de Babilonia, que incubó Ishtar [la Venus babilónica], y que, según se dice, cayó desde el cielo al río Eufrates. Por esta razón los huevos de colores estuvieron en uso todos los años durante la primavera en casi todos los países, y en Egipto se cambiaban como símbolos sagrados en la estación primaveral, que fue, es y siempre será emblema de nacimiento o de renacimiento cósmico y humano, celeste y terrestre. Los colgaban en los templos egipcios, y aun hoy día se los ve suspendidos en las mezquitas mahometanas.

Relacionado también con la celebración de la Pascua encontramos al dios Baco, siendo exotérica y someramente el dios del vino y de la vendimia, así como del desenfreno y alborozo; pero el significado esotérico de esta personificación es más abstruso y filosófico. Es el Osiris del Egipto, y tanto su vida como su significación pertenecen al mismo grupo que los demás dioses solares, todos ellos “Cargando con la culpa”, muertos y resucitados; por ejemplo, como Dionysos o Atys de Frigia (Adonis, o el Tammuz sirio), como Ausonius, Baldur, etc. En efecto, en los Misterios de Tammuz o Adonis, transcurría una semana entera en lamentos y llanto. Las procesiones fúnebres eran seguidas de un ayuno, y más tarde de regocijos; porque después del ayuno se consideraba a Adonis–Tammuz como resucitado de entre los muertos, y por espacio de varios días seguían sin interrupción desenfrenadas orgías de júbilo, de comida y bebida, como ahora durante la semana de Pascua.

Todos ellos fueron condenados a muerte, llorados y restituidos a la vida. Las fiestas en honor de Atys tenían efecto en las Hilaria, que se celebraban en la Pascua “pagana”, el día 15 de marzo. Ausonius, una forma de Baco, era matado “en el equinoccio de primavera, el día 21 de marzo, y resucitaba a los tres días”. Tammuz, el duplicado de Adonis y Atys, era llorado por las mujeres en el “bosquecillo” que llevaba su nombre, “más allá de Bethlehem, donde lloraba el infante Jesús” –dice San Jerónimo–. Baco es asesinado, y su madre recoge los pedazos de su lacerado cuerpo, como hizo Isis con los de Osiris, y así sucesivamente. Dionysos Iacchus, destrozado por los titanes, Osiris, Krichna, todos descendieron al Hades y volvieron otra vez. Astronómicamente, todos ellos representan el Sol; psíquicamente, son emblemas del “Alma” (el Ego en su reencarnación), que siempre resucita; espiritualmente, todas las inocentes víctimas propiciatorias que expían los pecados de los mortales, sus propias envolturas terrenas, y en realidad, la poetizada imagen del HOMBRE DIVINO, la forma de barro animada por su Dios.

Dice también H. Blavatsky en su artículo "Los orígenes del ritual en la Iglesia y en la Masonería" (Lucifer, marzo y mayo de 1889) que en toda la Grecia pagana se conmemoraba el día primero de marzo, cuyas neomenia [fiestas que desde la más remota antigüedad se celebraban en el novilunio de cada mes en Siria, Egipto, Grecia y Roma] se consagraban a Diana. Por idéntica razón, las naciones paganas celebran su fiesta de Pascua el primer domingo siguiente a la luna llena del equinoccio de primavera. El cristianismo, no sólo ha copiado las fiestas del paganismo, sino también las vestimentas canónicas, cosa que es imposible negar. Eusebio confiesa en su Vida de Constantino, diciendo quizás la única verdad proferida en su vida, que “con el fin de hacer que el cristianismo fuera más atrayente para los gentiles, los sacerdotes (del Cristo) adoptaron las vestimentas externas y los ornamentos utilizados en el culto pagano", y podría haber añadido que habían hecho lo mismo con sus rituales y sus dogmas.

 

(1) El texto del artículo se compone de los términos “Pascua”, “Huevo de Pascua”, “Baco” y “Tammuz” del Glosario Teosófico, por H.P.B, 1892.

(2) Asgard and the Gods - The Tales and Traditions of Our Northern Ancestors Froming a Complete Manual of Norse Mythology, por Wilhelm Wägner, 1880.