19 diciembre 2024

Sentido de la vida, perfectibilidad inherente

 En el desarrollo de cada individuo llega el momento en que el trabajo parece inútil y fastidioso. Pienso que la molestia del trabajo es el proceso de limpiar el Karma y aclarar “las vestiduras del Alma.” Lo que irrita y duele son nuestros deseos personales no realizados o el temor que sean irrealizables. Podemos experimentar y soportar cualquier cosa si pensamos en el Ser de todos. Al abandonar el ser para el Ser, el Adepto Blanco se convierte en lo que es. “Sabemos” todo esto muy bien, sin embargo nos falta tomar plena conciencia de ello; por lo tanto a menudo encontramos que la presión es dura. Debemos seguir adelante, concentrándonos, lo más posible, en el Ser y sobre el Ser; cada esfuerzo hace avecinar, más y más, el tiempo de la plena toma de conciencia de esto.

Si nos enfocamos en nuestra perfectibilidad inherente, nos liberamos de las imperfecciones. La última cosa a dudar es la perfectibilidad humana inherente. He aquí una declaración interesante de H.P.B.:

“Todo Ego tiene el Karma de Manvantaras pasados detrás de sí. El Ego empieza con la Conciencia Divina; no hay pasado, futuro, ni separación. Tarda mucho en darse cuenta de que es sí mismo. Sólo después de numerosos nacimientos empieza a discernir, por medio de esta colectividad de experiencias, que es individual. Al término de su ciclo de reencarnaciones es aún la misma Conciencia Divina; pero ahora se ha convertido en Auto-Conciencia individualizada”.

Sin este sentido de perfección inherente, no valdría la pena vivir, es decir, unos pocos años de “placer y dolor” y luego todo desaparece ¿y qué se ha ganado? Hagamos lo que queramos, no podemos sustraernos a la Vida, porque somos Vida, siempre. La mayoría de nosotros sólo se da cuenta de una porción de sus posibilidades. Algún día aprenderemos lo que la Vida significa de verdad. Trabajamos hacia este fin por los demás y para nosotros, ahora, especialmente para los demás “que saben aún menos que nosotros”; más, al mismo tiempo estamos siempre aprendiendo. ¿No vale la pena todo esto su costo? Los seres humanos hacen sacrificios más grandes de los que se nos piden y para infinitamente menos: unos años de felicidad cuestionable y luego el olvido, hasta donde sepan o puedan ver. El hecho de que podemos ver incluso un fragmento del propósito de la vida es mucho; sentirlo es aún más grande; darse cuenta de ello plenamente es Vivir. Si la doctrina de Nietzsche es justa, hemos cometido un gran error. Bueno, ¿lo hemos cometido? No hay “si”, acerca de esto. Tenemos la más profunda certeza de que estamos en lo correcto en seguir el Sendero de los Maestros, las líneas marcadas por H.P.B. Por lo tanto, ¿qué importa si sufrimos heridas durante la batalla a favor de Ellos y la humanidad? Hemos realizado algo, por pequeño que sea. Hemos hecho todo lo posible y la lucha aún persiste. Es una Escuela de Vida y todo lo que se nos presenta en algún momento contiene lo necesario, a pesar de que parezca duro, problemático o placentero.

El Trabajo compensa el sacrificio. “Nada se gana sin sacrificio.” Tomemos en serio las palabras de Judge: “En cada momento, en cada hora de cada día, los Maestros están dispuestos y ansiosos de encontrar a los que tienen una visión suficientemente clara para discernir su verdadero destino y un corazón noble para trabajar a favor de la ‘gran huérfana, la Humanidad’”.

El filósofo amigo, Robert Crosbie.