[La Teosofía] No es una creencia ni un dogma formulado o inventado por los hombres, sino un conocimiento de las leyes que gobiernan la evolución de los constituyentes físicos, astrales, psíquicos e intelectuales de la naturaleza y del hombre. La religión de hoy no es sino una serie de dogmas promulgados por los hombres y sin fundamento científico hacia los mismos principios éticos que ella enseña; mientras tanto nuestra ciencia hasta ahora ignora lo invisible y rehusando admitir la existencia en el hombre de una completa serie de facultades interiores de percepción, queda excluida del inmenso y verdadero campo de experiencia que yace dentro de los mundos visibles y tangibles. La Teosofía sabe que el todo está constituido por lo visible y lo invisible; y comprendiendo que las cosas y objetos externos son sólo transitorios, esta percibe los hechos reales de la naturaleza, tanto externos como internos. Por tanto, la Teosofía es completa en sí misma y no percibe en ninguna parte misterio alguno sin solución; por ello elimina la palabra coincidencia de su vocabulario y proclama el reino de la ley en todas las cosas y en todas las circunstancias.
El Océano de la Teosofía, William Q. Judge.Con respecto a una “presentación dogmática”, la Teosofía
nunca se ha presentado como un dogma, sino como una relación de hechos que se
han reunido a través de la observación y la experiencia, y todos pueden
aceptarlos o rechazarlos sin condenación ni alabanza. Al mismo tiempo, se
podría llamar dogmática o un dogma a las matemáticas, la única ciencia exacta
que usamos, porque se presenta como un conjunto de hechos que el estudiante
puede estudiar, aplicar y probar por sí mismo. La Teosofía se encuentra exactamente en la misma posición: una presentación del Conocimiento ganado a través de
eones de tiempo. No se le debe confundir con las especulaciones de cualquiera
de sus estudiantes quienes, en la mejor de las hipótesis, están sujetos a sus
prejuicios personales, ideas favoritas y debilidades. Además, debería quedar
claro que todos los escritores o guías teosóficos, excepto los que trajeron la
Teosofía al mundo, son estudiantes más o menos versados en dicha Ciencia y por
ende están predispuestos a ideas y aplicaciones erróneas. La única posibilidad
de discernir tales errores estriba en una comparación con la Ciencia tal como
se presentó originalmente.
El filósofo amigo, Robert Crosbie.