Existe una sabiduría resultado del estudio y de la investigación que tiene su origen en tiempos inmemoriales y permanece inalterada. Se la conoce como "sabiduría divina" (Teosofía) y a ella se han referido diferentes sabios a lo largo de la historia. A finales del siglo XIX, H. P. Blavatsky, W. Q. Judge y sus Maestros volvieron a presentar esa Filosofía ante el mundo, y divulgaron "algunas porciones" hasta entonces esotéricas.